El autor y académico regional, conocido por su trabajo en la saga «Sofía y los Dos Reinos», una obra de literatura infantil que mezcla fantasía con mensajes sobre la protección del medio ambiente y la imaginación infantil, da un nuevo paso en su carrera.
Tras publicar durante el primer semestre de 2024 la segunda parte de esta historia infantil, titulada «Sofía y los Dos Reinos / En busca de la Shumpall», obra lanzada en colaboración con la editorial de la Universidad Católica de Temuco, el libro fue seleccionado para “Diálogos en Movimiento”, programa cultural impulsado por el Ministerio de las Culturas, que busca acercar la literatura a jóvenes y estudiantes, promoviendo la lectura a través del diálogo directo entre escritores y lectores.
Este programa busca fomentar la lectura en zonas aisladas o con dificultades de acceso a actividades culturales. Los estudiantes reciben ejemplares de los libros a leer, lo que genera un vínculo más cercano con la obra y el escritor. Ante dicho evento, Sandoval ha señalado que uno de los pilares de su trabajo es educar a través de la literatura. La saga, además de tener un fuerte componente de fantasía, incorpora aspectos de biología y ecología, lo que le ha permitido conectar con lectores jóvenes y adultos por igual.
-¿Cómo se da esta oportunidad de participar en Diálogos en Movimiento?
Fue a través de un correo electrónico que llegó desde el Ministerio de Culturas indicando que el libro había sido calificado para ser parte del programa. Es un programa que lleva diez años en ejecución a nivel nacional, donde han pasado por él importantes autores, en este caso ejemplos regionales como Elicura Chihuailaf.
Ha tomado ribetes a nivel regional para darle paso a escritores de cada región. Mi libro va a ser leído por un grupo de estudiantes del colegio Mahual Mahuida, del sector Pedregoso de Lonquimay. El programa se imparte en comunas que tienen alguna característica de aislamiento a nivel de geografía. Cuando recibí el correo, fue sorpresa, y luego satisfacción, ya que era totalmente inesperado de que haya tenido la suerte de quedar.
-¿Qué valores transmite la segunda parte de la saga?
He tenido la posibilidad de recibir la retroalimentación de las personas que lo han leído, básicamente los niños, y el mensaje ha tenido asidero en ellos, ya que lo que yo busco en este en este libro es poder rescatar, y lo he dicho varias veces, este cuidado por el medio ambiente y el mundo natural, asociado a también al resguardo y cuidado por la fantasía en la sana imaginación infantil.
Esa ha sido la bandera de lucha que va detrás de esta historia, la conciencia por la protección del mundo natural, del medio ambiente, asociado también a la conciencia por resguardar la inocencia y el potencial que tiene la imaginación en las niñas y niños en cierta etapa de su vida.
-Estos valores conectan muy bien con el colegio en Lonquimay.
Claro que sí, ese es el trasfondo. Como la historia tiene el contexto de nuestra región, del sur de Chile, sumando a la mitología mapuche, es totalmente pertinente. Fue casualidad porque yo no creo que el libro haya sido escogido específicamente para ese colegio, pero las personas que lo han leído deben saber que la geografía y las descripciones de árboles nativos, la flora y fauna, están asociadas tanto al valle de nuestra región como también a la zona precordillerana. De hecho, el piñón verde, que es un personaje dentro de la historia, viene del sector de Lonquimay e Icalma. Se dio esta casuística de que justamente va a llegar allá, donde los niños y niñas van a ser partícipe con este personaje particular.
-¿El hecho de participar en Diálogos en Movimientos es un respaldo a tu trabajo en tu faceta como escritor? ¿Cómo impacta esta participación en tu carrera?
Sin duda para mí es algo que ha ido en una ascendencia rápida, en el sentido que he podido llegar a variados lectores en corto tiempo. Y creo que está en juego también mi formación como profesor. Yo trabajé por muchos años como profesor en el ciclo básico y en la educación media, pero donde me sentí a más gusto, más conectado, fue con los niños y niñas. Entiendo su lenguaje, entiendo sus códigos, he leído bastante de las lecturas complementarias obligatorias que les toca leer por currículum. Creo que tengo las herramientas para poder conectar con ellos. Gran parte de mi formación como profesor me ha servido para poder llegar con el mensaje.
-¿Te gustaría que tu libro sea parte del currículum obligatorio de los estudiantes de enseñanza básica?
Sí, sin duda, siempre ha sido mi pretensión. Por eso, he tratado de instruirme, de generar un texto que cumplan con requisitos de igualdad de género, de obviar aspectos quizás xenofóbicos propio del lenguaje, o aspectos propios de la cultura, de incorporar moralejas, de educar a través de la escritura y la entretención más allá de un mensaje global, que tiene que ver con la ecología y el rescate de la imaginación infantil, al mismo tiempo ir educando a través de aspectos de la biología, de la flora y de la fauna. Es un trabajo complejo a nivel de lo que yo busco como entrega de información que tiene el norte de educar.
-Si bien aún estás en pleno proceso de promoción de tu último libro, ¿has tenido tiempo para seguir escribiendo? ¿Cómo avanza esta saga?
Tiempo no he tenido mucho porque he estado en otros planes de escritura, he estado tratando también de desarrollar cuentos. Yo partí haciendo cuentos, la novela fue como mi segunda meta, buscando explayarme a través de la escritura. He estado en el desarrollo de variados cuentos, que es lo que más me gusta, que son historias más cortas, pero sin duda también he podido avanzar en algunas páginas de lo que va a ser el tercer lanzamiento de Sofía y los Dos Reinos. Estoy muy entusiasmado con eso, ya tengo el plan de escritura, así que necesito tiempo y un poco de dedicación para poder ir concretando página a página. No sé si será el final de esta historia, pero si espero llegar a un punto donde se desenreden algunos entramados de la historia.
Equipo Prensa
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