El ciberacoso es una de las amenazas más comunes en la vida digital de niños y adolescentes, afectando no solo su bienestar emocional, sino también sus habilidades sociales, académicas y cognitivas.
El académico de la Escuela de Psicología de la Universidad de los Andes, Cristián Rodríguez, señala que la interacción en redes sociales es diferente a la que se da en el ámbito presencial. En este sentido, advierte que ciertas habilidades relacionales no se desarrollan plenamente cuando se priorizan las amistades virtuales sobre las interacciones cara a cara.
“Los mensajes nocivos, de discriminación o de odio son peligrosos para las personas que a las que están dirigidas; pero también porque va naturalizando estas expresiones de manera poco sana. Se va convirtiendo en un ecosistema nocivo, del insulto, como una expresión validada por las redes sociales”, explica.
El que pelea por redes sociales lo corta, se desconecta y se desliga del asunto. Por lo tanto, se pierden “oportunidades de crecimiento y desarrollo de virtudes que tienen que ver con las maneras de conectarse socialmente”, explica Rodríguez.
Ante este panorama, los padres juegan un papel importante en la prevención y el manejo del ciberacoso. ¿Cómo pueden identificarlo y qué estrategias pueden implementar para apoyar a sus hijos?
El académico comenta que los padres deberían saber a qué se están exponiendo sus hijos. Saber qué aplicaciones están usando, qué posibilidades de comunicación o de exposición a mensajes tienen estas aplicaciones, con qué plataformas se están moviendo y también saber con quiénes está interactuando.
Teniendo en cuenta, sobre todo, que “la adolescencia es un espacio crucial para el desarrollo de las habilidades personales y para el desarrollo de la propia entidad. Si es que nosotros abrimos la compuerta de las redes sociales para niños menores, 10, 12, 13 años, hay opciones de crecimiento que van a quedar bloqueadas, que van a quedar sencillamente no aprendidas”, finaliza el académico UANDES.
Equipo Prensa
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