Dr. Lorenzo Reyes Bozo Decano Facultad de Ingeniería y Negocios Universidad de Las Américas
El tiempo transcurre de manera implacable hacia el 2030, plazo establecido para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), los que establecieron una hoja de ruta ambiciosa para avanzar en términos económicos, sociales y medioambientales, para erradicar la pobreza, proteger al planeta y garantizar una vida digna para todos. De acuerdo con distintos reportes, el cumplimiento de los ODS está en duda y nos vemos enfrentados a una realidad alarmante, ya que solo un 17% de las metas está en camino de cumplirse y un 35% se encuentran estancadas y en retroceso.
Algunos hechos mundiales han representado una barrera para el avance de los ODS. La pandemia de Covid-19 revirtió décadas de progreso, impactando la salud, educación y los ingresos de millones de personas. También, se suman los conflictos bélicos -como los de Ucrania, Gaza o Sudán-, que han provocado desplazamientos humanos de millones de personas y una creciente inestabilidad global. Adicionalmente, la crisis climática sigue intensificándose, avanzando en el consumo de combustibles fósiles, incrementando las emisiones de gases de efecto invernadero y superando los 1,5 °C de calentamiento global, lo que pone en riesgo no solo a los objetivos ambientales, sino que a todos los demás.
Los desafíos para avanzar en los ODS parecen barreras infranqueables. Por ello, para progresar de manera sostenida, es necesario poner la paz en el centro, dejando atrás los conflictos armados y la inestabilidad asociada. Además, se debe reformular de manera urgente la arquitectura financiera internacional para permitir que los países en desarrollo accedan a financiamiento justo. Asimismo, se debe avanzar de manera decidida en las transiciones energéticas, de alimentación, conectividad digital y equidad de género.
Los desafíos indicados no solo son técnicos y económicos, pues se requiere de voluntad política, acción colectiva a nivel global y alianzas multinacionales que sean transformadoras. Aún es posible alcanzar los ODS, pero se requiere pasar de las palabras a la acción, tomando decisiones de manera urgente que permitan concretar acciones hoy mismo. La humanidad está ante una encrucijada: profundizamos las desigualdades o construimos juntos un futuro más justo, verde e inclusivo.