En cuatro años de historia, el programa de CMPC para la gestión sustentable de residuos
ha logrado recolectar más de 250 toneladas de material reciclable gracias al trabajo
conjunto de nueve municipios de Chile, sus vecinos y casi 30 mil escolares que han
adoptado el cuidado del medioambiente como un hábito en sus vidas.
El ahorro en agua de 230 días de riego continuo o que 17.680 autos no transiten en un día
son ejemplos de lo que implican las más de 250 toneladas de residuos que el Desafío
Comuna Sin Basura de CMPC ha logrado recuperar desde que este se inició, en 2020, en
nueve comunas de nuestro país.
Entre las regiones del Maule, Biobío y La Araucanía, este innovador programa de CMPC
-empresa recicladora que recupera papel y cartón con Sorepa- y que cuenta con el apoyo
de la empresa de cultura ambiental Kyklos, busca reducir la cantidad de residuos que llegan a los vertederos y rellenos sanitarios de Chile. Esto, gracias al trabajo articulado entre municipios, establecimientos educacionales, juntas de vecinos, recicladores de base y
algunas instituciones públicas y privadas de Yerbas Buenas, Los Ángeles, Nacimiento,
Mulchén, Laja, Negrete, San Rosendo, Collipulli y Loncoche.
Uno de los ejes centrales son los establecimientos educacionales, donde el programa busca
movilizar a la comunidad educativa hacia una transformación cultural, impactando no solo a
sus integrantes directos, sino también a apoderados y vecinos que están detrás de esta
comunidad. Esto, a través de un plan educacional que ha involucrado talleres de educación
ambiental y capacitaciones, tanto a estudiantes como a docentes, además de campañas
constantes a lo largo del año en que se establecen metas de recolección de papel y cartón,
principalmente, junto a latas de aluminio y plástico, y en las que la participación de todos los actores es la clave.
“Me parece una iniciativa muy valorable lo que está haciendo CMPC al promover el reciclaje
del papel y cartón porque antiguamente todo esto se iba a la basura. Con esta campaña nos pudimos dar cuenta de la cantidad de material que perdíamos y que ahora tendrá un buen uso. Se agradece esta preocupación y hago un llamado a los vecinos de nuestra comunidad a que se unan porque es muy favorable para el medioambiente”, comentó el educador de la Escuela Básica Villa Coigüe, de Negrete, Rodrigo Pantoja.
En Los Ángeles, la coordinadora de Educación Ambiental del DAEM, Marcela Pérez,
manifestó que “Comuna Sin Basura es una herramienta de educación ambiental efectiva
que consolida la importancia de las redes para el desarrollo de un proceso educativo
ambiental sostenible. Ha sido fundamental para que las escuelas y liceos desarrollen un
Plan de Manejo Sustentable de los Residuos Sólidos Escolares, puesto que los estudiantes
han aprendido sobre la importancia de reducir, reutilizar y reciclar, y tener la posibilidad de que recuperadores de base retiren el papel y cartón, completando el ciclo que es fundamental para lograr los cambios culturales en nuestras comunidades educativas”.
El impacto educacional más allá de las cifras
Tras cuatro años de implementación, sus resultados son elocuentes, y los beneficios se
extienden más allá de las aulas, involucrando a toda la comunidad en el cuidado del medio
ambiente y en el avance hacia una comuna sin basura.
El 80% de la comunidad total de estudiantes de los establecimientos municipales de las
nueve comunas mencionadas participó del programa durante 2024, lo que equivale a
29.690 estudiantes pertenecientes a 81 instituciones educativas que han recuperado 52,5
toneladas de material reciclable, en tanto otros 16 establecimientos no públicos se sumaron al desafío alcanzando así, con su aporte, un total de 70 toneladas de residuos reciclables.
Por otra parte, el programa Comuna Sin Basura contempla un sistema de retiro de reciclaje
casa a casa, en el que participan 2.443 viviendas de distintos sectores y comunas, además
del retiro de reciclaje en instituciones y variadas activaciones de recuperación comunitaria
-como limpiezas de parques y lechos de ríos- logrando, en los últimos cuatro años,
recuperar más de 250 toneladas de materiales reciclables.
«Comuna Sin Basura ha significado una red fundamental en el comité ambiental de
educación municipal en el que participan todos los establecimientos públicos de la comuna
para el tema del reciclaje. Los estudiantes y encargados de medioambiente de cada
establecimiento se han comprometido aún más en reciclar», explicó la coordinadora
extraescolar del DAEM de Nacimiento, Alejandra Contreras.
Por su parte, la encargada de Medioambiente del Liceo Isidora Aguirre Tupper de San
Rosendo, Katherine Pino, manifestó que “este programa ha tenido un impacto profundo
para nuestro establecimiento, promoviendo prácticas sostenibles a través de
acompañamientos y actividades que educan y empoderan a nuestros estudiantes,
fomentando así su desarrollo como ciudadanos responsables y conscientes del impacto
ambiental”.
Uno de los grandes logros del programa es su enfoque integral, que va más allá de la
simple recolección de residuos. La estrategia incluye un plan educacional que sensibiliza a
los estudiantes sobre la importancia de reducir la generación de desperdicios y promover
una cultura de reciclaje desde temprana edad. Este enfoque involucra, además de a los
alumnos, a toda la comunidad escolar, quienes han participado en diversas capacitaciones
sobre economía circular, desarrollo sostenible y prácticas de reciclaje, entre otras temáticas.
Solo durante 2024, el plan educacional impactó a 10.345 alumnos, capacitando
directamente a 506 escolares y a 62 profesores en temas de reciclaje y sostenibilidad.
Los estudiantes como agentes de cambio
El éxito del programa radica en su capacidad para involucrar a los estudiantes como
agentes de cambio. Los niños y jóvenes que aprenden sobre reciclaje y cuidado del medio ambiente en sus escuelas, no solo adoptan prácticas responsables dentro de las aulas, sino
que comparten ese conocimiento en sus hogares. Los padres, vecinos y miembros de la
comunidad se ven involucrados de forma indirecta, multiplicando el impacto de las acciones
emprendidas por los más pequeños.
De esta forma, “Comuna Sin Basura” no solo genera conciencia en los estudiantes, sino que
también crea un efecto de contagio positivo que se extiende más allá del ámbito escolar,
logrando transformar la mentalidad de los estudiantes y sus familias.
La educación ambiental en las aulas permite que los estudiantes desarrollen una conexión
emocional con la naturaleza, fomentando un sentido de responsabilidad colectiva y un
compromiso con el futuro de su entorno. Estos aprendizajes se transfieren en acciones
concretas que mejoran la calidad de vida de las comunidades y protegen los ecosistemas.
Un futuro más sostenible
El programa “Comuna Sin Basura” busca instalar una nueva cultura ambiental en las
generaciones que liderarán el futuro de sus comunidades. A través de este programa,
CMPC está contribuyendo al desarrollo de una sociedad más consciente, donde los jóvenes
toman acción para el cuidado del planeta, educando a su vez a sus familias y amigos.
“Este desafío es un ejemplo claro de cómo la educación ambiental puede transformar la
manera en que las personas interactúan con el mundo natural, incorporando una cultura del reciclaje en el día a día y visibilizando con estas acciones el compromiso de CMPC por el
medio ambiente y por ser una empresa especialista en el reciclaje de papeles y cartones.
Nos enorgullece haber recuperado más de 250 toneladas de material en estos años y nos
confirma que las comunidades están comprometidas con avanzar hacia comunas sin
basura”, manifestó la subgerente de Proyectos Transversales Asuntos Corporativos CMPC,
Paula Aguirre.
Al integrar el reciclaje en el día a día y fomentar el pensamiento crítico sobre el impacto de
nuestras acciones, “Comuna Sin Basura” está marcando un precedente en la formación de líderes ambientales del mañana.
A medida que el programa siga creciendo, se espera ampliar la participación de los vecinos
en las distintas iniciativas medioambientales, continuar trabajando con comercios locales en la gestión de residuos y sumar a más establecimientos educacionales en los planes de
educación ambiental, todo de cara a construir un Chile más verde.
Equipo Prensa
Portal Educa