“Dar espacios de reflexión, que aporten valor a las comunidades educativas, es una de los objetivos que me inspiran día a día “

Colaboración enviada por Karen Pastene Troncoso, rectora Colegio John John High School y CEO de Educación Virtual Chile – colegio on line.

 

Carta abierta a padres, apoderados y estudiantes de Chile

 

Cuando escuchamos hablar acerca de la Autoestima, inmediatamente lo relacionamos a una persona que es segura o insegura, con bajo valor de sí misma o muy preocupada de cumplir con los estereotipos de apariencia impuestos por la sociedad.

Para poder entender bien el significado de este concepto, en primer lugar, debemos ver su definición etimológica, que deriva del griego AUTO, que significa a uno mismo, y del latín, “ESTIMA” que se asocia a valorar o dar valor. A partir de esta explicación, cuando nos preguntan: ¿Qué es la Autoestima?, en realidad nos están preguntando: ¿Cuánto valor te otorgas como persona?.

Al respecto podemos señalar, que tiene un gran impacto en la vida de cada ser humano, en su desarrollo personal y social. Desde este punto de vista, sería la base de las dificultades que nos vemos enfrentados, ya que responde a una estructura de pensamientos internos y cómo esto se conecta con nuestra apreciación personal. Representa el cuán valioso me siento, frente a múltiples estímulos externos con los que me debo relacionar. Por lo tanto, la Autoestima más que un concepto, es una actitud frente a lo que medio me ofrece, en otras palabras es: CÓMO RESUELVO LAS SITUACIONES QUE EXPERIMENTO EN MI VIDA.

Al reflexionar sobre algunas manifestaciones de la Autoestima en las personas, encontramos ejemplos tales como: si me siento fuerte y capaz, estas actitudes me llevarán a resolver los problemas de una forma cada vez más asertiva y reflexiva, lo que me permite superar retos y conseguir objetivos propuesto con más facilidad. Sin embargo, si me percibo débil o poco preparado, sintiéndome que no soy suficientemente importante, las opciones para resolver conflictos en mi vida, estarán limitadas a las emociones, ampliando la capacidad de respuesta conectada con el miedo. Este sentimiento a su vez, provoca que nos paralicemos o utilicemos alternativas de respuesta a cómo evadir conflicto o desafíos, perder oportunidades importantes familiares, sociales o laborales, que con el tiempo, activan consecuencias psicológicas y emocionales como: la ansiedad y depresión entre otras. Por lo cual, fortalecer la Autoestima, ayuda a encontrar la postura y respuesta correcta, para poder enfrentar las distintas situaciones que nos presenta la vida y nuestro entorno.

Desde mi relación con Dios, por medio de la palabra que se encuentra en la Biblia, y de algunos autores como Nathanien Branden, encontré ciertos aspectos que ayudarán a fortalecer la Autoestima, y comprender qué es la Autovaloración.

 

1. Autoaceptación: Para poder comprender su sentido, debemos entender qué significa y valorarnos a nosotros mismos. Para lograrlo es necesario conectarnos con nuestra génesis y niño interior, con el fin de descubrir, cómo ha sido la vida, cómo fue la infancia experimentada, cómo nos trataron nuestros padres, qué nos faltó, las carencias vividas, nuestros modelos, entre otros. El poder mirar al pasado con un sentido de saber de dónde vengo y quién soy, nos ayudará a comprender cómo somos como adultos y cómo resolvemos los pasos que damos en el presente, ya que el peso de nuestra infancia, las cuales son experiencias emocionales, sobretodo a nivel de RECONOCIENTO Y DESAPROBACIÓN, o a nivel de CARENCIA y AFECTIVIDAD, serán prácticas cruciales en la construcción de una Autoestima sólida y forma de enfrentarme a la vida.

El conectar con nuestro niño interior, ayuda comprender qué puedo mejorar, entendiendo que, si hubiesen existido condiciones adecuadas en nuestra formación afectiva familiar, en un contexto de asertivo, podríamos enfrentar la vida de mejor manera. Esta información solo nos indica que, sí somos capaces de mejorar y explica, nuestras respuestas hasta este momento.

Recordar el pasado y mirar la infancia desde la reflexión, ayuda a comprenderla, pero además permite conectar con actitudes como el PERDÓN y la COMPASIÓN, que es la capacidad de empatizar con el dolor de otra persona; en este caso, el de nuestros padres y abuelos, como también, con sus limitaciones.

Desde el conocimiento, la persona que quiera, puede autogestionar su crecimiento personal y los que aún les cuestan, pueden pedir ayuda con especialistas del área psicológica o religiosa espiritual, para aceptarnos, por ser como somos y aprender a abrazarnos.

Lucas 10:27Amaras al señor tu Dios con todo tu corazón y a tu prójimo como a ti mismo.”

 

2. Ser personas consientes: Vivir siendo consciente que soy capaz de mirarme a mismo para mejorar, hacernos preguntas, analizarnos y poder identificar aquellas conductas físicas y/o emocionales que debemos modificar, para hacer de nosotros una mejor persona y tener una vida mejor, es parte del desarrollo para lograr y mantener una buena Autoestima.

 

3. La responsabilidad: Responsabilidad es cambiar, es generar instancias de superación personal. Ser conscientes de mi vida, me permitirá mejorar mi Autoestima. Comprender que depende de mí y es de mi responsabilidad personal, querer y aceptar que debemos superarnos y gestionarnos, es avanzar en aquellas cosas que me limitan. Uno de los obstáculos en este pilar es la resignación, es autoconvencerme que no puedo cambiar o es el no reconocimiento de nuestros errores, llevando a la persona a vivir victimizándose y estancándose en un estado donde la culpa recae en las demás personas.

Genesis 1:27 “Y creó Dios al hombre a su imagen….

 

4. Vivir con un propósito: Saber cuál es nuestro punto de partida y hacia dónde nos dirigimos, nos permite definir objetivos personales, evaluarnos constantemente, reflexionar acerca de los aspectos que me permiten avanzar, y aquellos que nos estancan. Establecer metas, nos posibilita avanzar progresivamente y superar obstáculos, donde la Autoestima es el principal protagonista para hacerlo de la mejor manera. Si tenemos una visión de nuestra vida, un propósito, será darle sentido. Si no existe este pilar, se puede generar angustia, ansiedad, un despropósito de vida, una insatisfacción constante; lo que nos conlleva a tener una Autoestima baja, poco perceptibles para la persona que se encuentra inmersa en esta situación.

Proverbios 20:5 “Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre; Mas el hombre entendido lo alcanzará.”

 

5. La asertividad: Es la capacidad de expresar mis derechos y gustos, opiniones y deseos delante de otras personas, siempre con respeto, pero expresar lo que sentimos. Es también, saber decir no.

Sin embargo en ocasiones, nuestra Autoestima no es suficientemente fuerte para expresar lo que siento o pienso y el temor de generar una discusión o conflicto, porque predisponemos nuestros pensamientos que tendremos una respuesta negativa, limitándonos y acostumbrándonos a evadir situaciones o escapar. Es por ello que, trabajar sobre nuestro ser interior, permitirá a la Autoestima siempre, un mayor desarrollo en la relación con otros.

Colosenses 4:6 Que vuestra conversación sea siempre con gracia, sazonada como la sal, para que sepas como debéis responder a casa persona”.

 

6. Integridad: Es cuando aprendemos a gestionar las dificultades de nuestra vida, y ayudamos a promover una buena Autoestima en los demás. Es ser ejemplo y sobre todo, es mirar a todos por igual, con respeto, no juzgando, ni etiquetando a otros; es más bien ser claros en lo que queremos, dejando espacio a lo demás. Es aceptar al otro tal cual es, pero a la vez, es establecer los límites necesarios en la convivencia con cada una de las personas con las que nos relacionamos, siendo ejemplos prácticos; no invadiendo, sino promoviendo en ellos, estas bases de Autoestima, también a sus vidas.

Mateo 16:15 “Dad por gracia lo que por gracia habéis recibido”

 

Al finalizar me gustaría tomar este espacio para entregar algunos consejos:

    1. Evitar comparar a las personas con otros.
    2. Evitar la sobreprotección.
    3. Deja que las personas se equivoquen, para que experimenten y puedan autoevaluándose a ellos mismos.
    4. Demostrar a otros, que estamos aquí y que confiamos en ellos.
    5. Dejarles espacios a otros.
    6. Reconocer a otros por sus esfuerzos y
    7. Felicitar cada paso para superar sus retos de acuerdo a su edad y a cómo, han superado sus dificultades
    8. Animar a otros, a plantearse pequeñas metas y guiándoles para conseguirla.
    9. La corrección que parta con el ejemplo de los padres, y reflexiones familiares.

Y para aquellos padres que siente temor de dar confianza a sus hijos y se transformen en personas soberbias, le puedo decir que: La Autoestima es hacer ver al niño que es fuerte y capaz, que es valioso de ser como es, igual como son el resto de los seres humanos o personas. NO es transmitir que es el mejor de todos, que está sobre las demás personas, SINO que tiene esa Valía personal igual, como lo tienen el resto de las personas, que no está por encima (soberbia), ni por debajo (baja Autoestima).

 

 

 

Equipo Prensa
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