Cristián Villegas Director Instituto de Educación y Lenguaje Universidad de Las Américas

 

Desde hace años se ha debatido sobre la proyección en la falta de profesores en Chile, lo que se debe a factores como la carencia de incentivos atractivos, así como las restricciones de la ley para el acceso a la carrera, sin embargo, este problema no es exclusivo de nuestro país y se puede visualizar en el resto del mundo, especialmente en naciones de la región.

Según la Unesco, América Latina necesita al menos 3,2 millones de docentes para alcanzar las metas educativas de la Agenda 2030 y 44 millones a nivel global, debiendo considerar que este déficit es solo para cubrir los puestos de reemplazo de profesores que se han jubilado o han abandonado la profesión. Pero esta escasez no es solo un problema numérico, sino que está arraigado en factores estructurales como la precariedad laboral, los bajos salarios y la falta de apoyo institucional.

La insuficiencia de profesores en América Latina se concentra principalmente en las escuelas rurales y de menor nivel socioeconómico, donde la falta de docentes calificados es más sensible, sobre todo en áreas como matemáticas y ciencias e idiomas, según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo. La deserción temprana de los nuevos académicos es otro problema persistente, con tasas que han aumentado significativamente en los últimos años, sobre todo desde la pandemia.

La falta de pedagogos, especialmente en los sectores más vulnerables de América Latina, es grave debido a que contribuye a profundizar las brechas educativas ya existentes, limitando las posibilidades de los estudiantes de salir de los círculos de pobreza, una realidad que es estructural al repasar la historia de la región y que, a pesar de los avances, todavía estos son insuficientes, en particular en las áreas rurales.

Para abordar este desafío, diversos estudios han evidenciado la necesidad de mejorar las condiciones laborales, ofrecer incentivos para atraer a la carrera de pedagogía y retener talento dentro de los sistemas educacionales. Se debe considerar que las acciones realizadas en esta materia han sido insuficientes para cubrir el déficit de profesionales de la educación, por lo cual se requieren medidas que permitan dar estabilidad.

Asimismo, no se debe desconocer la importancia del bienestar socioemocional, el cual si se resguarda dentro de las comunidades educativas podría ser uno de los pilares que permita conservar a los buenos docentes y con ello ir reduciendo esté déficit nacional y mundial.

Google News Portal Educa
Síguenos en Google Noticias

Equipo Prensa
Portal Educa

Colegio Atesora Online 2024 1200x450