Se observa un incremento de casos en todas las regiones del país, destacando la Región Metropolitana con un 39% de las denuncias concretadas, manteniéndose en el primer lugar. Le sigue la Región de Valparaíso y la del Biobio con un 12% y 7%, respectivamente. La psicóloga de Nueva Clínica Cordillera, Patricia Canales, entrega claves para que los principales actores puedan controlar este tipo de casos.

 

Santiago, 28 de abril de 2023.- Hace menos de un mes, Chile era protagonista de una amenaza inminente de “masacre escolar” en un liceo de la comuna de Santiago. Ante esto, la policía civil inició inmediatamente una indagatoria por el delito de amenazas simples que afectaba en ese entonces al liceo Santa María, en el cual un alumno era víctima de acoso, siendo expuesto y violentado por redes sociales.

La Brigada del Cibercrimen Metropolitana de la Policía de Investigaciones detectó una IP de un adolescente de 15 años, autor de estas amenazadas, quien era alumno de dicho recinto educacional. Se señaló, además, que este tipo de denuncias comenzó a surgir en plena pandemia, registrándose a la fecha más de 20, el primero en un establecimiento educacional en Quinta Normal.

Un reciente estudio del Observatorio de Ciudadanía, Convivencia y Bienestar Escolar (PCCBE) de la Universidad de la Frontera, analizó las cifras de denuncias por convivencia y violencia escolar entre el segundo trimestre de 2019 al mismo periodo de 2022, reveló un alza de 27,7% en el total de denuncias en todas las regiones del país. Lidera la Región Metropolitana con 1.837 denuncias (39%), le sigue Valparaíso con 12% y Biobío con 7% de estas.

Lamentablemente este incremento significativo no se detiene y cada día más cifras respaldan esta tendencia. Según la organización Bullying Sin Fronteras, entre 2020 y 2022 se registraron 5.934 casos graves de acoso escolar en Chile, donde el 50% se registraron en el Gran Santiago.

La psicóloga de Nueva Clínica Cordillera, Patricia Canales, asegura que “el bullying se ha incrementado en forma significativa. Claramente esto corresponde en primera instancia a la presencialidad, el volver a las aulas y readaptarse luego de la pandemia”. Y claro, la presencialidad marcó un 96% en el mes de marzo de acuerdo a la Fundación Belén Educa, muy por sobre el 88% del año pasado, sin embargo, la convivencia escolar ha mostrado una tendencia contraria.

“La situación de violencia se ha incrementado por medio de la violencia física, ya sea empujones, golpes, amenazas psicológicas, discriminación, aislamiento, entre otros. También por características físicas, orientación sexual lo que genera ausentismo escolar, baja autoestima, miedo, angustia, trastornos de ansiedad y hasta en casos extremos, llegar al suicidio”, agrega la especialista.

Y es que, para Canales existen diversos factores que potencian aún más estas conductas como la falla de comunicación a nivel familiar, valores, carencias, dinámicas poco adecuadas –violencia intrafamiliar-, consumo de sustancias, entorno a nivel país (validación de la violencia sin consecuencias).

¿Cómo abordarlo?

La organización Bullying Sin Fronteras señaló que Chile se encuentra entre los tres países más afectados, junto a México y Colombia en Latinoamérica, subiendo un escalón en el nivel de violencia en niños, niñas y adolescentes en la región. Entonces, ¿cómo abordar el bullying o acoso escolar durante el resto del año? ¿quiénes son clave en esta intervención?

“Se puede abordar en el aula estableciendo un clima de confianza y en una comunicación efectiva con los niños y jóvenes, fomentando el respeto, empatía, el buen trato y reforzando valores (el colegio solo refuerza), otorgando charlas a los padres (idealmente en forma conjunta) que conozcan el manual de convivencia y les haga sentido para que entiendan la gravedad de dichas conductas negativas”, afirma la psicóloga de Nueva Clínica Cordillera.

¿Cómo mejorar la convivencia entre los estudiantes? “Generando espacios de recreación, de trabajo en equipo, de autovaloración, respeto y empatía hacia su par y cualquier persona de su entorno”, concluye Patricia Canales.

La profesional recomienda que ante indicios que violencia escolar, padres y comunidad educativa, presten especial atención a los síntomas que pueden presentar sus hijos, ya sea miedo, angustia, dolor de estómago, agresividad, entre otros y deriven al menor a un especialista, en este caso a un psicólogo, con el objetivo de poder de otorgar lineamientos, establecer una estrategia de trabajo con padres y el colegio. Potenciar redes de apoyo y cuidar la integridad física y psicológica del menor. Al mismo tiempo, dar herramientas para su actuar, aprendiendo así a desenvolverse eficientemente ante estas situaciones adversas.

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