• La producción va más allá de un simple proceso mecánico. Exige una combinación de talento, ingenio y pasión por la excelencia. A continuación, conoceremos las historias de tres mujeres extraordinarias que dijeron sí al reto de enfrentarse a un campo dominado tradicionalmente por hombres y demuestran que el género no es un factor determinante del valor.

 

  • De acuerdo con la Encuesta de Gestión y Operaciones, realizada por el Uptime Institute, históricamente, los equipos de diseño y operaciones de centros de datos han empleado a pocas mujeres. Más de tres cuartas partes de los operadores informan que emplean alrededor del 10 % de mujeres o menos, y una quinta parte todavía no emplea a una mujer en sus equipos de diseño y operaciones.

 

Estas cifras demuestran la necesidad de inclusión en estos campos, una oportunidad desaprovechada por las compañías para experimentar el impacto que las mujeres están teniendo en la industria.

 

Desafiando la fuerza de una máquina dobladora

Macaria Sosa, operadora en la planta de Reynosa, llegó proveniente de Veracruz motivada por la necesidad de buscar nuevas oportunidades y salir adelante para darle una mejor vida a su hija, hoy convertida en una estudiante de enfermería. Sus 17 años en Vertiv son prueba de su determinación y dedicación.

 

En la planta, es la única mujer que maneja una máquina grande, una dobladora de metal llamada Cincinnati. Macaria toma las grandes estructuras de metal ya cortadas y hace pequeños dobleces, con ayuda de los programas estandarizados de la máquina. Ella hace los cambios en las piezas según las necesidades del producto final, una labor manual donde la habilidad técnica, el cuidado y la precisión son esenciales.

 

“Al inicio fue un poquito diferente para mí porque era la única mujer en el área, pero me adapté y me gané el respeto de mis compañeros. Siempre he dicho que querer es poder y aunque es un trabajo pesado, aprendí a hacerlo y ahora se me pasa el tiempo muy rápido en el trabajo”, explicó.

 

Sentando las bases para convertirse en ingeniera

Priscila Lemus quería estudiar periodismo, pero al convertirse en madre muy joven decidió que al estar en una zona fronteriza lo mejor era estudiar ingeniería industrial, para encontrar trabajo rápido en alguna de las maquiladoras de la zona. Tenía dos trabajos para poder cumplir con los deberes de sus pequeños y con el apoyo de su familia, terminó sus estudios en ingeniería industrial. Hoy trabaja en la planta de Tijuana y se siente muy satisfecha de su decisión de aventurarse en un mundo que no conocía.

 

Ha formado parte de Vertiv por 11 años, donde es una pieza clave del departamento de ingeniería mecánica. Allí diseña los planos de construcción de la estructura base del centro de datos según las especificaciones solicitadas por el cliente y ofrece soporte de producción en el área de C&I (Proyectos de AHU de personalización e integración). Uno de sus sueños es llegar a un nivel gerencial debido a que en su área de trabajo no hay ninguna mujer, lo cual la motiva a seguir esforzándose para alcanzar dicho objetivo.

 

“Un día diseñé la estructura base del centro de datos y en ese momento pensé: ‘¡Lo logré! Aquí es donde pertenezco’. Cuando terminé mi carrera y me llamaron ingeniera, fue entonces cuando me di cuenta de que no era un sueño, sino real. Los centros de datos son algo que me apasiona, y saber que esa base va a cimentar algo importante para un hospital o una escuela me hace sentir parte de algo significativo. Eso me llena de motivación”.

 

Diseñando piezas de metal y cobre para plantas de enfriamiento

Marcela Guerrero, ingeniera industrial en la planta de Monterrey, se sumerge diariamente en el diseño de piezas de láminas de metal, tuberías, tornillos, así como en la supervisión de ensambles y modelos de documentación de equipos de gerenciamiento térmico con el objetivo de asegurarse de que los productos sean altamente eficientes y de la mayor calidad.

 

En sus más de dos décadas de carrera profesional, se ha enfrentado a momentos de discriminación de género, como comentarios desalentadores y obstáculos en el trabajo. Actualmente, con casi tres años en Vertiv y ahora parte del departamento de Ingeniería Mecánica, sirve de tutora a los jóvenes ingenieros. Esto la llena de motivación para sentar las bases para que las futuras generaciones tengan más oportunidades de las que ella tuvo en su juventud.

 

“Debemos sentirnos orgullosas por lo que hacemos, por el camino que hemos recorrido o que planeamos recorrer para alcanzar nuestras metas y sueños. Nadie más sabe lo que hemos tenido que sacrificar para estar donde estamos. Debemos hacer valer nuestra voz, ser valientes, confiar en nuestras habilidades y no tener miedo a lo desconocido, porque el crecimiento profesional surge de lo nuevo, de todo aquello que no conocemos”.

 

Estas son algunas de las líderes de la línea de producción de Vertiv. Su contribución implica más que solo la producción, la operación y el montaje de equipos; son historias de determinación, superación y pasión que marcan la diferencia en la industria de los centros de datos.

 

Visite la página de DC4 Women para acceder a más historias inspiradoras de mujeres que están transformando los centros de datos de Latinoamérica.

 

Macaria Sosa, Operadora en la planta de Reynosa

“Creo en el dicho ‘querer es poder’; les digo a mis compañeras que apliquen a los puestos sin miedo. Yo empecé en una línea de trabajo y luego busqué la oportunidad de operar una máquina dobladora. Aprendí y ahora disfruto mi trabajo como operadora. Soy la única mujer en mi área que maneja una máquina grande. Por eso, todo es posible cuando una ama lo que hace”.

 

Marcela Guerrero, Ingeniera Industrial en la planta de Monterrey

“El mundo está tan globalizado que a nivel empresarial la diversidad de género es necesaria para que existan puntos de vista diferentes y no existan sesgos. Decir lo que opinamos y compartir experiencias fortalecen a los equipos. Por ello, a nivel empresarial, no considero que haya diferencias entre hombres y mujeres, ya que lo más importante debe ser el conocimiento y las habilidades aportadas”.

 

Priscila Lemus, Ingeniera Industrial en la planta de Tijuana

“Mi consejo para las mujeres es que se eduquen, que estudien, sin importar el campo, ya sea tecnología u otra área. Lo importante es la mejora continua. Debemos estar abiertos a la transformación y seguir avanzando. La educación abre puertas y, junto con una actitud positiva, podemos superar cualquier obstáculo”.

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