Investigación de la Universidad Autónoma no solo aborda el problema de la gestión de residuos, sino que también ofrece una alternativa a los combustibles fósiles tradicionales, con un costo de producción hasta un 30% más bajo.

Investigadores de la Universidad Autónoma de Chile comprobó que es viable producir combustible más limpio y de mejor calidad a partir de neumáticos fuera de uso (NFU), cumpliendo con la normativa chilena y reduciendo su impacto ambiental. 

A través de una innovadora tecnología, el Grupo de Investigación sobre Energía y Procesos Sustentables (GEPS) de esa casa de estudios, no solo aborda el problema de la gestión de residuos, sino que también ofrece una alternativa a los combustibles fósiles tradicionales, con un costo de producción hasta un 30% más bajo.

El proyecto desarrollado consiste en descomponer la goma (dienos conjugados) de los neumáticos en desuso a altas temperaturas, generando un aceite pirolítico, que se usa como combustible primario. Luego se aplica un proceso de desulfuración (remoción del azufre), produciéndose un combustible de alto valor agregado y que puede competir con los combustibles que están normados en el país.

“Esta reducción del azufre tiene un impacto ambiental significativo, ya que disminuye la emisión de dióxido de azufre (SO2), un precursor de la lluvia ácida y un contaminante que afecta la calidad del aire y la salud respiratoria”, explicó Juan Chirinos, académico y director del GEPS.

El siguiente paso es escalar el prototipo a una planta piloto con una capacidad de procesamiento de 1 a 1,5 toneladas de neumáticos por día. Se estima que la producción a esta escala podría comenzar en seis meses.

“La tecnología se considera escalable a nivel nacional, ya que existe una gran disponibilidad de neumáticos en desuso como materia prima”, indicó Chirinos.

Este hallazgo tiene un impacto directo en la Ley REP (Responsabilidad Extendida del Productor), ya que la producción de combustibles alternativos podría aumentar la demanda de NFU como materia prima, contribuyendo así al cumplimiento de las metas de valorización de neumáticos establecidas para el 2030.

 Un hallazgo con valor agregado: el limoneno

Más allá del combustible, este proyecto también reveló la posibilidad de extraer limoneno del aceite pirolítico. El limoneno es un solvente y desengrasante biodegradable con un valor comercial mucho mayor que el del combustible.

La estrategia es comercializar el limoneno y el combustible como productos separados, lo que podría aumentar aún más la viabilidad económica del proyecto.

“Actualmente el limonelo tiene una alta demanda en países de gran actividad industrial, ya que se emplea como solvente y desengrasante biodegradable”, detalla el investigador.

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Equipo Prensa
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