La inteligencia artificial está transformando la electromovilidad. Desde la conducción autónoma y la optimización de las rutas, hasta softwares para analizar las filas que se generan en las estaciones de carga, la IA está llevando la experiencia del conductor a un nivel completamente nuevo.

La conducción automática en los autos eléctricos, anteriormente un sueño futurista, es ahora una realidad gracias a la inteligencia artificial. Con sistemas que recopilan datos sobre la carretera, el tráfico y las condiciones meteorológicas, estos vehículos permiten tomar decisiones rápidas y necesarias para garantizar la seguridad del conductor y de otros usuarios de la vía.

La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en el motor de la revolución en la industria automotriz, especialmente en el ámbito de los autos eléctricos, donde se utiliza tanto en la producción en masa de vehículos como en la integración dentro del sistema operativo de cada unidad. 

La IA en autos eléctricos se destaca por la optimización de las rutas de conducción y su capacidad para prevenir accidentes. Estos vehículos pueden anticipar situaciones de riesgo, como colisiones inminentes, y tomar medidas correctivas, como frenar o maniobrar, en milisegundos. 

Según cifras entregadas por la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (CONASET), en este año 2023, tan solo durante las fiestas patrias, se registraron 829 accidentes de tránsito. La inteligencia artificial también contribuye a una respuesta rápida en estas situaciones de emergencia, como la detección de objetos en la carretera o el comportamiento errático de otros conductores.

“Existen vehículos que emiten alertas y ajustan la rigidez de la conducción cuando se desvían de la ruta, e incluso algunos que se frenan automáticamente en situaciones de estacionamiento o cercanas a un accidente. Estos modelos facilitan la toma de decisiones durante la conducción, utilizando patrones que se calibran y deciden en tiempo real para maximizar la seguridad, eficiencia en el consumo de combustible y comodidad del conductor”, menciona Manuel Parraguez, Gerente General 

Los sistemas de Asistencia al Conductor basados ​​en IA incluyen alertas de cambio de carril, control de velocidad y estacionamiento automatizado. En 2022, casi un 60% de los afectados por accidentes de tránsito en Chile fueron conductores, y representaron también la mayor cantidad de fallecidos.

Los detectores de cansancio evalúan el comportamiento del automovilista para identificar signos de fatiga y mediante alertas visuales, alarmas o vibraciones en los asientos, se avisa a los conductores sobre su estado de agotamiento, minimizando los errores humanos, puesto que la falla humana está presente en más del 90% de los accidentes en el país.

La combinación de IA y autos eléctricos promete un futuro más seguro en las carreteras. “El verdadero reto se presentará cuando la conducción se vuelva completamente autónoma para todos los usuarios. El diseño de las calles experimentaría cambios significativos y las autopistas podrían aumentar su velocidad, esto podría resultar en una ciudad más ecológica, limpia y con una mayor calidad de vida para sus habitantes”, señala Parraguez.

La capacidad de anticipar situaciones de riesgo, la respuesta rápida a emergencias y la adaptación a condiciones adversas son solo algunas de las ventajas que la IA aporta a la conducción segura.

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