- El Centro de Investigación en Ciberseguridad de la Universidad Bernardo O’Higgins está trabajando en un nuevo proyecto que consta en la implementación de un interfaz con el método de sonificación. Este último permite e interpretación de información por medio de diferentes sonidos, ya sean naturales o artificiales.
El Centro de Investigación en Ciberseguridad busca dar a conocer que, por medio de sonidos, es posible detectar un ataque informático con los ojos cerrados, y entender qué está sucediendo por medio de la audición. Se crean, entonces, composiciones sonoras que resultan eficaces en la identificación de estructuras ocultas a la vista, de patrones repetitivos o de alguna singularidad.
A través de este proyecto, se busca crear nuevas oportunidades para reducir el esfuerzo visual y a su vez ayudar a personas en situación de discapacidad, principalmente no videntes, ampliando el campo de trabajo e integración en el área de ciberseguridad. Las interfaces de sonido pueden ser lo suficientemente informativas y ergonómicas para las actividades profesionales de seguridad de la información.
Gracias a las excelentes características que tiene el oído humano, son capaces de percibir con facilidad magnitudes que fluctúan, patrones que se repiten o focalizar nuestra atención en un sonido concreto, incluso en un entorno ruidoso.
Para llevar a cabo este proyecto, la Dra. Nadezda Abbas, jefa del Centro de Investigación en Ciberseguridad, se contactó con una agrupación de músicos con el fin de “implementar desde música de psicología, música de teoría de juegos y de virus análisis, entre otros tipos, creando nuevas decodificaciones para formular distintos tipos de ataques cibernéticos y comportamientos de hackers asociados a ciertas emociones y piezas musicales”, según lo indicado por la investigadora.
El método mencionado anteriormente en la actualidad es popular en centros de alerta y gestión de ciencias naturales, sin embargo, no ha sido totalmente desarrollado en el área de ciberseguridad.
Sebastián Silva, director de la orquesta que participó en la grabación de piezas musicales, indicó que su participación en este proyecto “es una instancia enriquecedora desde lo musical porque el repertorio escogido es desafiante considerando a lo que se quiere adaptar, pero para nosotros también es muy lindo poder ayudar por medio de la música en sus labores por medio del enlace de emociones”.
Como primera instancia, las canciones grabadas para el inicio de este trabajo fueron 11 piezas de música clásica con las que se comenzarán a resolver las partes técnicas, identificando el tipo de ataque o el origen de las acciones. Es la primera vez que este tipo de colección de sonidos melódicos con historia es usado en el área, siendo una instancia de innovación y crecimiento investigativo en la UBO.
Equipo Prensa
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