El patio sur de la Corporación Municipal de La Florida (Comudef), fue el escenario de la Ceremonia de Reconocimiento a la Trayectoria 2024, donde se rindió un emotivo homenaje a docentes que, tras décadas de dedicación y entrega, se acogieron a retiro voluntario. La jornada estuvo marcada por los testimonios llenos de gratitud, palabras de reconocimiento y expresiones artísticas que simbolizaron el impacto de la labor docente en la comunidad educativa.
Entre los homenajeados destacó Alejandra Ruz, docente con más de 40 años de trayectoria (comenzó en 1982), quien comenzó como profesora de básica y desempeñó diversos roles, como directora e inspectora en el colegio Óscar Castro, además de ser profesora de historia. En su mensaje, expresó: “Hoy siento un cúmulo de emociones muy fuertes, llenas de esperanza y proyecciones. Es un momento lindo, cerrar una etapa que uno empieza viviendo el día a día, enfrentando desafíos continuamente”.
Conmovida, Alejandra añadió: “El corazón palpita fuerte, no quiero llorar…Solo me queda agradecer a la vida por haberme dado la oportunidad de elegir esta profesión, por haber entregado lo mejor de mí a los niños y colegas. También pedir perdón por los errores, porque somos humanos. Pero al final, solo queda agradecer todo lo vivido, todo lo aprendido, y seguir adelante”. Sus palabras resonaron entre los asistentes, quienes la despidieron con cálidos aplausos a su alrededor.
En tanto, el secretario general de la Corporación, Cristián Águila, destacó la importancia de la vocación docente: “Gracias por todo lo que se dedicaron en los colegios y con los alumnos. Siempre queda la huella de un buen maestro. Hoy se embarcan en una nueva aventura. Llévense los buenos recuerdos y el cariño; no se queden con lo malo. Ustedes siempre supieron poner a los estudiantes al centro de su gestión”. Este mensaje reflejó el reconocimiento hacia quienes construyeron generaciones con esfuerzo y dedicación.
Trayectoria a toda prueba
Por su parte, el profesor Luis Castro, trabajó en convivencia escolar y orientación, tareas que llevó a cabo en el Liceo los Almendros y el colegio Nuevo Amanecer. Posee 46 años de trabajo y ahora se acoge al retiro. “Tengo un poco de pena, pero daré un nuevo paso para dedicar más tiempo a mi familia y mis nietos, a trabajar con ellos. Me voy bastante conforme”, indicó.
A su turno, Isabel Pino, que estuvo durante un año como directora de Educación en la Corporación Municipal de La Florida, contó que se retira después de 46 años de trayectoria en la educación municipal. “Comencé en 1978 como profesora en el Liceo Los Almendros, luego fui inspectora general. Sin embargo, por una situación personal, me trasladé temporalmente a Los Navíos como profesora, donde después fui directora. Más tarde participé en concursos públicos para consolidar el cargo y, el 2019, ya llegaba el año de mi jubilación y estuve como directora en el Bellavista. Se supone que estaría un año y estuve cinco”, dices sonriente, emocionada y feliz.
Luego, agrega: “Hoy miro hacia atrás con felicidad y satisfacción. Fueron 46 años llenos de aprendizajes y desafíos, en los que recibí el cariño de estudiantes, apoderados y colegas, algo que valoro profundamente. Aunque siempre queda la sensación de que uno podría haber hecho más, me voy tremendamente orgullosa de lo que logré y agradecida por todo lo vivido”.
Agradecimiento y emoción
La música estuvo presente para enaltecer la jornada. Mateo Alarcón, estudiante del Liceo Artístico Sol del Illimani, cautivó a los presentes con su interpretación al piano, mientras un conjunto de vientos del mismo establecimiento llenó el ambiente con melodías de jazz, evocando el arte como una expresión de agradecimiento y emoción.
Durante la ceremonia, el director de Educación Marcelo Garrido, y Cristián Águila, máxima autoridad de la Comudef, entregaron los reconocimientos a los docentes, en medio de aplausos constantes que destacaron el valor de su labor. “No es el final de un camino, sino el inicio de otro”, fue una de las frases más repetidas, marcando el espíritu de esperanza que dominó la jornada.
El homenaje estuvo cargado de emotividad y gratitud. Una asistente expresó: “Estos momentos nos recuerdan el impacto imborrable que tiene un profesor en la vida de sus estudiantes y colegas”. Esta reflexión resumió el espíritu de una ceremonia que destacó el legado de los docentes homenajeados.
Finalmente, la firma de los finiquitos marcó el cierre formal de una etapa profesional llena de aprendizajes y desafíos. Sin embargo, el cariño y los aplausos constantes dejaron claro que el impacto de estos docentes permanecerá como una inspiración para las futuras generaciones.
Equipo Prensa
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