Según cifras de Fundación por una Carrera a partir de los ingresos registrados a principios de año, las diferencias más profundas se registran en áreas del conocimiento vinculadas a la tecnología y la salud.

 

El debut de la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES) dejó cifras que fueron catalogadas como positivas por la autoridad. Según los números del Mineduc, se registraron 151.522 vacantes ofertadas, esto es un 3% más que en 2022; hubo también 187.225 postulaciones en total, casi un 26% más, y un aumento de casi un 37% en las postulaciones válidas; 140.557 seleccionados por el proceso regular, lo que significa un incremento de un 20,4% respecto del año anterior.

¿Pero qué pasa con la brecha de género en la educación superior? Este concepto se utiliza cuando se quiere indicar la diferencia que se manifiesta entre la situación de las mujeres y la de los hombres, es decir, la distancia que hace falta recorrer para alcanzar la igualdad, en este caso, vinculado con los estudios posteriores a salir de una entidad educacional de enseñanza media.

Si bien las estadísticas señalan que, en la práctica, no existen diferencias relevantes por sexo en el acceso a la educación superior, sí se pueden observar diferencias importantes en el tipo de carrera escogida por los estudiantes, en lo que se denomina “sesgos de género en la elección vocacional”.

En una publicación de Comunidad Mujer y Fundación por una Carrera, organización que desde 2015 acompaña a jóvenes vulnerables en elección de carrera y búsqueda de financiamiento, se explicó que las diferencias en la elección de una carrera pueden estar vinculadas a percepciones de autoeficacia de niños y niñas durante la época escolar.

En ese sentido, se ha observado que las mujeres muestran menores expectativas en su desempeño en áreas “tradicionalmente masculinas”, como lo son las matemáticas, las ciencias y la tecnología, mientras, se perciben como más eficaces en áreas relacionadas con lenguaje y relaciones sociales.

Así mismo, existen diferentes estereotipos que relacionan a los hombres con mayores habilidades intelectuales, lo que podría estar afectando las elecciones de actividades de niños y niñas. Menos niñas creen que pueden ser “realmente inteligentes”, en comparación con los niños, y ya desde temprana edad comenzarían a evitar actividades que interpretan como para “niños brillantes”.

Estos estereotipos inciden en el desempeño académico de niños y niñas, ya que determinan cómo perciben sus propias habilidades. Las pruebas SIMCE muestran diferencias entre hombres y mujeres en Lenguaje y Matemáticas, que aumentan entre 4° y 8° básico, presentando las mujeres puntajes más bajos en Matemáticas y más altos en Lenguaje.

 

QUÉ ESTUDIAN HOMBRES Y MUJERES EN 2023

Datos de Fundación por una Carrera a partir del proceso de admisión 2023 evidencian que las áreas de conocimiento más elegidas por mujeres fueron: Salud (26,94%), Administración y Comercio (14,12%) y Ciencias Sociales (13,25%). En el caso de los hombres fueron: Tecnología (49,67%), Administración y Comercio (13,05%) y Salud (11,17%).

En el caso de estudiantes matriculados/as en el área de Tecnología, el 82,23% fueron hombres, versus un 17,77% de mujeres. En el área de Salud, el 71,23% de estudiantes matriculados/as fueron mujeres, versus un 28,77% de hombres.

En esta línea, si se realiza un análisis en carreras del área de Salud a partir de datos del Mineduc, las brechas más altas se encuentran en Obstetricia y Puericultura (91,5 p.p.), Fonoaudiología (74 p.p.), Terapia Ocupacional (67,6 p.p.), Enfermería (60,1 p.p.) y Técnico en Enfermería (59,9 p.p.).

En el caso de los IP, las brechas más altas están en Técnico en Podología (84,1 p.p.) y Técnico Dental y Asistente de Odontología (69,0 p.p.).

En los CFT, las brechas son positivas en las carreras de Técnico Dental y Asistente de Odontología (73,8 p.p.) y Técnico en Enfermería (67 p.p.). En el mismo ejercicio analítico en el área de Tecnología, en universidades, las mayores brechas negativas son en las carreras de Ingeniería Civil en Computación e Informática (-75,8 p.p.) e Ingeniería Civil en Minas (-46,5 p.p.).

En IP son de las carreras de Técnico en Electricidad y Electricidad Industrial (-92,1 p.p.) e Ingeniería en Mecánica Automotriz (-90,3 p.p.), mientras que en CFT las mayores brechas negativas se observan en las carreras de Técnico en Mecánica Automotriz (-91,1 p.p.) y Técnico en Electricidad y Electricidad Industrial (90,2 p.p.)

Para Valentina Gran, directora ejecutiva de Fundación por una Carrera, estas cifras muestran “un claro sesgo de género, en especial en el área STEM. Esto es complejo, porque la toma de decisiones en temas tecnológicos o científicos dependerá en gran parte de los hombres. También afecta lo económico, en 2021 los hombres ocupados percibieron un ingreso de $749.046 en promedio, mientras las mujeres $586.178, un 21% menos”.

“Para superar estas diferencias, es vital promover el análisis crítico del sesgo de género que existe en la elección de carrera e incentivar el conocimiento del área STEM, mostrando referentes femeninos, por ejemplo. Desde la escuela, se debe capacitar y entregar herramientas didácticas de orientación vocacional, con perspectiva de género, a docentes y directivos. También es clave informar a los apoderados y a la comunidad escolar de los sesgos y cómo éstos impactan en los intereses y en los proyectos de vida”, apunta Gran.

 

 

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