Recomendaciones Fundación CAP: Enseñar a tolerar el aburrimiento en niños y niñas como una oportunidad de aprendizaje

Santiago, junio 2025.- El aburrimiento es un estado emocional natural que se manifiesta como una sensación de incomodidad o insatisfacción cuando no estamos realizando actividades que capten nuestra atención o nos resulten estimulantes.

Especialistas del Programa Aprender en Familia de Fundación CAP explican que experimentar momentos de aburrimiento representa una valiosa oportunidad de aprendizaje para los niños y niñas. Durante las vacaciones, es más frecuente que los niños y niñas se sientan más aburridos, ya que cambian sus rutinas, disponen de más tiempo libre y realizan actividades distintas a las escolares.

Frente a ello, con frecuencia los adultos intentan evitar que los niños se aburran, llenándolos de actividades por temor a ese estado. Sin embargo, el aburrimiento puede ser una puerta para desarrollar habilidades como:

  • Llamado a la acción: Cuando un niño o niña no tiene una actividad planificada de antemano y siente aburrimiento, su cerebro pide un cambio: busca actividades más desafiantes y con sentido que lo motiven a aprender y crecer.
  • Estimula la creatividad: Cuando los niños y niñas dejan de estar expuestos a estímulos externos, aprenden a inventar juegos, historias y nuevas formas de divertirse.
  • Promueve el autoconocimiento: El sentimiento de aburrimiento, permite a los niños y niñas “mirar hacia adentro”, y descubrir qué les gusta, qué sienten y cómo piensan.
  • Desarrolla la paciencia: Aburrirse invita a los niños y niñas a estar quietos y esperar, lo que fortalece su autocontrol y tolerancia a la frustración.

Tolerar el Aburrimiento de los Niños y Niñas

Desde Fundación CAP recomiendan que los niños y niñas se sientan acompañados y reconocidos por los adultos. Es una buena idea invitarlos a participar en las tareas cotidianas del hogar, como cocinar algo para la familia, ayudar a regar las plantas, poner la mesa o colaborar con la limpieza.

Es clave apoyar, especialmente a los más pequeños, a reconocer y aceptar esa emoción y resolverla adecuadamente, recordarles las actividades que les interesan y, posteriormente, permitirles decidir, de forma autónoma, qué hacer.

La clave no está en inventarles actividades, sino en darles el espacio para que ellos mismos las creen y toleren el aburrimiento. Esto les permitirá desarrollar diferentes capacidades y habilidades.

Uno de los errores más comunes es ofrecerles dispositivos tecnológicos como distracción inmediata, lo cual limita su capacidad para enfrentar y superar esa sensación incómoda por sí mismos.

Para acompañarlos al comienzo y fomentar su autonomía, los adultos pueden:

  • Proporcionarles materiales variados (cajas, objetos reciclados, lápices, entre otros) sin indicarles qué hacer, permitiéndoles inventar el uso que quieran darles.
  • Ofrecerles libros que tengas en casa e incentivarlos a leerlos o explorar las ilustraciones, según su edad, y luego motivarlos a que representen, modifiquen o inventen nuevas actividades relacionadas con el texto.
  • Invitarlos a escribir ideas para terminar con el aburrimiento y dejarlas en un tarro o caja, para que la próxima vez que se aburran saquen un papel y realicen una de esas actividades.
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Equipo Prensa
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