• La mentora e ingeniera Andrea Arias y su estudiante Constanza Miranda- ambas del programa de mentoría STEM «PROVOCA», junto a otros 2 jóvenes estudiantes de ingeniería civil medioambiental y computación, unieron sus habilidades para competir en un desafío informático y de IA aplicada, que buscó reducir las emisiones de carbono en Santiago. Los talentosos jóvenes crearon una plataforma predictiva de aluviones y deslizamientos, obteniendo el segundo lugar y un premio de 15 mil dólares.

En menos de 24 horas, la joven mentora PROVOCA, de AUI/NRAO Chile; Andrea Arias, junto a su estudiante Constanza Miranda, y otros 2 estudiantes de ingeniería, obtuvieron el segundo lugar en el desafío informático “HackLab IA: Santiago Cero”, organizado por Ciudad Inteligente y Fundación Gabriel & Mary Mustakis. El equipo STEM ganó 15 mil dólares de libre disposición.

PROVOCA es un programa de mentoría que busca potenciar el desarrollo y la retención de talento STEM, acrónimo asociado a las disciplinas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Ofrece gratuitamente formación a mentores y mentoras en ejercicio profesional o académico, y entrega mentoría a estudiantes de enseñanza media y superior, técnica y universitaria. 

Andrea, mentora de PROVOCA e ingeniera civil medioambiental (USACH); junto a Constanza, ingeniera en optimización y robótica (INACAP); Alonso Tamayo, ingeniero civil en computación (UC) y Vicente Astudillo, ingeniero civil en medioambiente (USACH); desarrollaron una solución basada en ciencias de la computación e inteligencia artificial, para la generación de alertas de aluviones, deslizamiento de tierra y estancamientos de agua. 

Se trata de la plataforma FluvIA, que recopila datos del suelo de la Región Metropolitana y con ayuda de robots tipo “arañita”, acceden a terrenos riesgoso, para entregar alertas tempranas en caso de riesgo de aluviones.

Las integrantes de PROVOCA comentan que se sumaron al desafío a pocas horas de su cierre y lograron conformar un equipo mixto de jóvenes ingenieros con talento STEM, combinando interdisciplinas de programación informática, ingeniería y ciencias medioambientales. Andrea y Constanza aseguran que además pusieron en práctica sus habilidades blandas de liderazgo y planificación, así como de comunicación efectiva, para explicar en un pitch de solo 3 minutos, de forma ágil y simple, el propósito de FluvIA.


Constanza, comenta emocionada lo fascinante que fue solo el hecho de conformar un grupo basado en la amistad y cómo, sobre la marcha, fueron descubriendo y complementando sus conocimientos y habilidades. En el transcurso, recibieron la mentoría de expertos del Centro Nacional de Inteligencia Artificial (CENIA), Codelco y Google. “Era la primera vez que participábamos en una hackathon externa a nuestras casas de estudio y sin duda, además de pasarlo bien, vivir la adrenalina y aprender, nos confirmó la decisión de participar juntos en una próxima instancia”, señala Constanza.

Si bien los jóvenes, que bordean los 22 y 23 años, no participaron con la expectativa de clasificar, se sorprendieron con el resultado final al ver que había otros 29 equipos, muchos de ellos mayores, con amplia experiencia y prototipos ya avanzados. Sin importar el género y la edad, todos pusieron sus talentos a disposición de un propósito en común: mejorar la calidad de vida de Santiago haciendo uso de tecnologías e IA, con miras a atender problemas como contaminación, transporte, alimentación, desechos y cambio climático, entre otros. 

“La idea fue conjugar geotecnia, análisis de datos, optimización y robótica, para crear esta plataforma predictiva que logre anticipar desastres y proteger a la población. Creo que logramos una idea innovadora y sustentable. Sabemos que cuando ocurren deslizamiento de suelo, se generan emisiones de carbono, lo que afecta a las zonas urbanizadas, los ecosistema naturales, la conectividad y la infraestructura, y sentimos que las tecnologías pueden ayudar a recopilar estos datos e intervenir en caso de alertas”, señala Andrea.

La competencia se desarrolló entre 8 AM y 21 PM y una comisión mixta de expertos comunicaron los 10 equipo finalistas para pitch, exponiendo sus soluciones ante representantes de los ministerios de transporte y urbanismo, CENIA y Codelco.

A solo semanas de la premiación, los jóvenes siguen “en shock”, comentan entre risas. La experiencia en el programa de mentoría PROVOCA, le ayudó a Andrea, a armar un relato atractivo y desplazarse en el escenario, sincronizando la presentación de FluvIA a sus espaldas, con apoyo de su equipo. “No hace mucho, me era imposible exponer una idea sin ponerme a reír. Los nervios me pasaban una mala jugada y no era capaz de transmitir de forma profesional mi mensaje. Hoy, gracias a la práctica, pude hacer una gran performance, que incluso otros equipos se me acercaron y me dijeron que estuve sólida”, señala Andrea.

Constanza cuenta que el pitch de Andrea logró “devorar a la audiencia”, y agrega: “de nada sirve tener una gran idea si no logramos exponerla de forma atractiva, en un tiempo determinado y así captar la atención de la audiencia. Sabíamos que en el mismo jurado había personas muy importantes que teníamos que cautivar con ideas frescas e innovadoras, y creo que lo logramos”.

Los padres orgullosos de las mentoras las recibieron con aplausos y abrazos a la salida del certamen. En pocas horas, Andrea subió un reel con la experiencia y las redes sociales “explotaron”, según comentan. “Creo que este tipo de competencia es una gran oportunidad para atreverse a pensar en grande también, y a no tener miedo a fracasar. Una invitación que me llegó al celular se convirtió en una excusa para salir de casa y movilizar a amigos que no se conocían entre sí, y motivarlos a ser parte de esta locura contra el tiempo. ¡Nunca pensamos en el resultado!”, añade Constanza.

Por su parte, Alonso, destaca que fue una jornada muy entretenida. “Todos teníamos conocimientos distintos; desde robótica y automatización, hasta dinámica de suelo. Yo me sumé con la programación, la ciencia de datos y la IA. Se nos ocurrió que robots del tipo arañitas serían útiles para recabar datos desde lugares de difícil acceso en pendientes. Hoy existen modelos de machine learning capaces de entrenarse con datos de eventos o desastres pasados y así combinar variables de riesgo, que nos ayudarían a predecir. Me gustó “salir de la caja” y plantearme un problema real para luego analizarlo desde distintas perspectivas con mi equipo. En mi carrera de programación, habían 50 hombres y solo 5 mujeres al inicio, y hoy no queda más que una; y en esta competencia pude trabajar con mujeres con grandes habilidades para hacer una propuesta conjunta aún mejor”.

Finalmente, Vicente comenta que ya había ganado en una hackathon interna de su universidad, pero esta es la primera vez en que se involucró desde el primer momento, cuando nació la idea inicial. “Llegué a la fase creativa y eso tiene otro significado, ya que me dio una mirada global del problema y la solución. Es muy importante hacer de Santiago una ciudad sostenible, que es el foco de mi carrera (ingeniería civil medioambiental) y es muy interesante aplicar lo aprendido sobre hidrología y dinámica de suelo en el contexto de cambio climático. Los espacios laborales son diversos y es muy importante interactuar con otras personas y saberes, desde la interdisciplina. Ahora nos daremos el espacio para conocernos y sin duda buscaremos otro tipo de retos en que podamos concursar como equipo. Esto está partiendo”.

 

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Equipo Prensa
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