En la actividad, el Seremi del Trabajo de la RM, Andrés Arce, dio a conocer que se han cursado multas por $7.000 millones a las empresas por no cumplir con normativas de inclusión. Mientras que la presidenta de la fundación, Andrea Zondek, recalcó que casi dos millones de personas en Chile viven con alguna discapacidad funcional, cifra que aumenta con la edad.
La inauguración del nuevo edificio de Fundación Tacal, este 22 de octubre, marca un hito en la historia de esta organización que ha transformado la vida de miles de personas con discapacidad en Chile. Lo que comenzó en 1985 en una casa de adobe apoyada por el Hogar de Cristo y Caritas Chile, formando a cinco jóvenes con discapacidad, hoy es un referente de inclusión laboral: alrededor de 3.000 egresados de la fundación cuentan con contratos indefinidos y aportan a sus hogares como todo trabajador.
En el evento, se hizo el corte de cinta de los dos nuevos edificios diseñados por el arquitecto Gonzalo Mardones, que se conectan por el “puente crepuscular”, en honor al poema de Pablo Neruda, construido por el artista Francisco Gacitúa, donde hoy se capacitan a mil personas anualmente, en temáticas que van desde el embolsado hasta el manejo de inteligencia artificial.
Por su trayectoria, Tacal es reconocida como la institución con mayor experiencia en toda América en inclusión laboral de personas con discapacidad y mayores. En 2016, Naciones Unidas destacó a la fundación como una de las 25 organizaciones en el mundo con buenas prácticas en inclusión laboral, y su presidenta y fundadora, Andrea Zondek, es reconocida internacionalmente por su trabajo.
“El nuevo edificio representa el futuro, un lugar donde no exista nadie que no quiera venir a capacitarse, un espacio donde cada persona podrá desarrollar sus talentos, aprender un oficio y encontrar acompañamiento para insertarse laboralmente”, afirmó Zondek. “Después de 40 años, seguimos convencidos de que la inclusión laboral cambia vidas, familias y empresas. Pero sobre todo, cambia la mirada de un país”, recalcó.
Desafíos: más educación, menos barreras
A pesar de los avances, la inclusión laboral sigue siendo una tarea pendiente en el país. Según el Censo 2024, un 11,1 % de la población chilena —casi dos millones de personas— vive con alguna discapacidad funcional, cifra que aumenta con la edad. Sumado a ello, el Seremi del Trabajo de la RM, Andrés Arce, dio a conocer por primera vez la cifra de las multas cursadas desde 2019 por la Dirección del Trabajo por incumplir normativas de inclusión: “son $7.000 millones por no tener gestor de inclusión, no contar con planes actualizados y no cumplir con el 1% que exige la ley laboral”.
“Seguimos tratando la discapacidad como algo anecdótico o asistencial, y no como una condición humana que requiere igualdad de oportunidades”, señaló Zondek. “Mientras la educación y el trabajo sigan siendo privilegios para unos pocos, la inclusión no será real”.
De acuerdo con la Encuesta ENDIDE, menos de la mitad de los adultos con discapacidad participa en el mercado laboral formal, y solo tres de cada diez empresas cumplen con la Ley 21.015, que exige reservar al menos 1 % de los cupos para personas con discapacidad. “La ley fue un gran avance, pero no basta con cumplirla por obligación. La inclusión no es caridad, es justicia y también inteligencia empresarial”, agregó la presidenta de Tacal.
Un legado que cambió vidas
La historia de Tacal comenzó cuando Zondek, terapeuta ocupacional de un hospital, visitó a personas recientemente rehabilitadas y constató que la mayoría estaba deprimida y sin utilizar sus prótesis. “Habíamos invertido tanto en su rehabilitación física, pero nada en su reintegración real a la vida laboral. Fue en ese momento cuando entendí que el problema no estaba en ellos, sino en el entorno que los excluía”, recordó.
Esa experiencia la motivó a fundar el Taller de Capacitación Laboral Tacal, logrando su primera colocación laboral en 1989 y personalidad jurídica en 1993.
Uno de los cinco jóvenes que llegó en ese tiempo a capacitarse, fue Rodrigo Aguirre, quien asistió a la ceremonia de inauguración. Ante el público presente, contó que Tacal le cambió la vida, ya que por lo aprendido pudo tener un trabajo y forjar su futuro. Actualmente, trabaja para la constructora Almagro, donde es valorado. “Tengo dos hijos que son ingenieros, y una nieta que es la mejor de su curso”, dijo con orgullo.
A la inauguración también asistieron la Directora Nacional del SENCE, Romanina Morales, Alejandro Fernández, Director de la RM de la misma institución, el dueño del restorán inclusivo Castillo Forestal, Nicolás Samson, colaboradores de Vitel, además de representantes de otras empresas y OTICs.





















