Por: Fundación Portas
La transición desde la escuela a la educación superior es un momento crucial en la vida de todo estudiante. No solo implica un cambio de entorno y de exigencias académicas, sino también un desafío personal en el que se ponen a prueba las herramientas que hemos adquirido a lo largo de nuestras trayectorias formativas y personales.
En este sentido, es fundamental entender que el éxito en la educación superior no se mide únicamente por las calificaciones obtenidas ni los ramos aprobados. Si bien, el conocimiento académico es importante, no es suficiente para asegurar un camino exitoso. Es necesario contar con una serie de habilidades que nos permitan adaptarnos a los nuevos desafíos, tomar decisiones informadas y construir redes significativas.
Aquí es donde entran en juego las habilidades socioemocionales, aquellas que nos permiten conocernos a nosotros mismos, gestionar nuestras emociones, relacionarnos de manera positiva con los demás y tomar decisiones responsables. Estas habilidades son esenciales para:
- Adaptarnos al nuevo entorno: La universidad o el instituto nos enfrentan a un ritmo de estudio diferente, a nuevas formas de enseñanza y a un ambiente social diverso. Las habilidades socioemocionales nos permiten adaptarnos a estos cambios de manera efectiva, manejar el estrés y la ansiedad, y construir relaciones con nuestros compañeros y profesores.
- Tomar decisiones informadas: La elección de una carrera, la participación en actividades extracurriculares y la planificación de nuestro futuro profesional son decisiones importantes que tomamos durante la educación superior. Las habilidades socioemocionales nos ayudan a reflexionar sobre nuestros intereses y valores, a evaluar diferentes opciones y a tomar decisiones que se alineen con nuestros objetivos.
- Construir relaciones significativas: La educación superior es un espacio para conocer a personas nuevas, establecer amistades duraderas y crear redes de apoyo. Las habilidades socioemocionales nos permiten comunicarnos de manera efectiva, resolver conflictos de manera constructiva y construir relaciones basadas en el respeto y la confianza.
- Desarrollar nuestro potencial: La educación superior es una etapa para explorar nuestros talentos, descubrir nuevas pasiones y desarrollar todo nuestro potencial. Las habilidades socioemocionales nos impulsan a salir de nuestra zona de confort, a asumir riesgos y a perseguir nuestros sueños.
Por lo tanto, es fundamental que durante nuestra trayectoria formativa, se promueva el desarrollo de estas habilidades. No se trata solo de aprender contenidos académicos, sino también de aprender a ser personas íntegras, capaces de adaptarse a un mundo cada vez más complejo y exigente.
En Fundación Portas trabajamos hace 17 años implementando diversos programas buscan potenciar y desarrollar estas habilidades a lo largo de las trayectorias educativas y formativas de miles de estudiantes. En este sentido, aconsejamos que los estudiantes:
- Reflexionen sobre sus propias fortalezas y debilidades: ¿Qué se les da bien? ¿Qué les cuesta más? ¿Cuáles son sus intereses y pasiones?
- Aprendan a manejar sus emociones: ¿Cómo reaccionan ante el estrés? ¿Cómo se motivan a sí mismos? ¿Cómo se relacionan con los demás?
- Desarrollen habilidades de comunicación: ¿Saben escuchar activamente? ¿Saben expresar sus ideas de manera clara y respetuosa? ¿Saben resolver conflictos de manera pacífica?
- Practiquen la toma de decisiones responsables: ¿Saben evaluar diferentes opciones? ¿Consideran las consecuencias de sus actos? ¿Toman decisiones que se alinean con sus valores?
Al desarrollar estas habilidades, los estudiantes estarán mejor preparados para enfrentar los desafíos de la educación superior y para construir un camino exitoso en su vida profesional y personal.
La educación no es solo un proceso de adquisición de conocimientos, sino también de desarrollo personal y social. Las trayectorias formativas y las habilidades socioemocionales son dos pilares fundamentales para construir un futuro exitoso que armonice con los objetivos de vida del estudiante y sirva como herramienta clave para insertarse en el exigente mundo laboral.