- El retorno a las clases presenciales significa un nuevo desafío para las instituciones educativas, no solo por los aforos, sino también por las brechas digitales, pues con la pandemia, la conectividad se transformó en una herramienta obligatoria debido a la opción virtual cuando ocurren brotes de Covid-19.
Santiago, abril del 2022 – El internet se convirtió en la principal fuente de información y herramienta para comunicarnos. De hecho, en 2016, la ONU declaró el acceso a internet como un Derecho Humano, pues como se indica en el documento “facilita enormes oportunidades para la educación asequible e inclusiva a nivel mundial”.
Para asegurar este derecho en las instituciones educativas de nuestro país, hace unos meses, la Comisión de Educación de la Cámara de Diputadas y Diputados despachó a Sala un proyecto de ley que busca que el acceso a internet para estudiantes sea un derecho. El objetivo, como indica la iniciativa, es terminar con las brechas digitales, considerando que, con la pandemia, la conectividad se transformó en una herramienta obligatoria debido a las clases virtuales.
Si bien este año el Ministro de Educación, Marco Antonio Ávila aseguró que la prioridad es “garantizar la presencialidad total con medidas de seguridad”, de acuerdo a Claudio Torres, Regional Manager Cono Sur de D-Link, “hoy la educación gratuita que está protegida por la constitución debe extenderse a los hogares y eso significa mucho más de lo que hemos hecho hasta ahora. Aun cuando lo ideal es que los niños, niñas y adolescentes (NNA) vayan al colegio, lo cierto es que, con las condiciones sanitarias actuales, no se puede asegurar en un 100%. Por lo mismo, es fundamental que el acceso a internet, tanto en los hogares como en los establecimientos, no se ponga en riesgo”.
De acuerdo con el estudio Digital 2022, realizado por We Are Social y Hootsuite, en Chile 17.70 millones de personas disfrutan de conexión a internet; lo que equivale al 92% de la población nacional. Sin embargo, solo el 67,48% de los hogares cuentan con una conexión de internet fija, de acuerdo a los datos recopilados por la Subsecretaría de Telecomunicaciones.
Para el experto en conectividad, el desafío para este 2022 es claro: “necesitamos terminar con las deficiencias técnicas para que los NNA tengan acceso garantizado a la educación, ya sea de manera presencial o remota en clases presenciales o virtuales”. Además, Torres agrega que “eso debe complementarse con una inversión en infraestructura tecnológica social, desde herramientas básicas como computadores o tablets que permitan hacer uso de las redes, así como planes sociales de acceso a internet gratuitos para los más vulnerables”.
Para finalizar, el ejecutivo indica que “es obligatorio que cada uno de los estudiantes que hoy están en el colegio, no solo tenga la posibilidad de asistir de forma presencial asegurando las medidas sanitarias para evitar los contagios, sino que también cuente con los bienes para asistir desde su casa de ser necesario”.
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Equipo Prensa
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