Hace unos días, la Agencia de Calidad de la Educación presentó la herramienta “Enfoque Docente”, una valiosa herramienta de carácter voluntario y formativo que permite orientar los procesos de observación y retroalimentación de las interacciones pedagógicas entre docentes y estudiantes al interior del aula.
La herramienta ha permitido observar a más de 4.000 cursos en más de 700 establecimientos educativos, destacando, entre otros hallazgos, la alta prevalencia de una comunicación respetuosa y un ambiente favorable para el aprendizaje. Pero también visibiliza desafíos relevantes, como la escasa promoción de altas expectativas, el bajo apoyo al aprendizaje profundo y las dificultades en el desarrollo del pensamiento crítico y creativo.
Desde la experiencia en la implementación del programa Redes Educativas para la Mejora de Aprendizajes (REMA) de Fundación Luksic -centrado en fortalecer los aprendizajes a través de la mejora de las interacciones dentro del aula- valoramos especialmente que esta herramienta ponga en el centro la observación pedagógica desde una mirada formativa y no punitiva.
Las interacciones deben mirarse críticamente, destacando lo que los docentes hacen bien, visibilizando lo que pueden mejorar, y sobre todo, acompañándolos a través de estrategias concretas que los impulsen a avanzar.
Si como país queremos poner la educación al centro, no podemos olvidar que el aprendizaje se construye, en gran medida, en lo que ocurre dentro del aula y en la calidad del vínculo entre las personas. Hay un gran poder en la palabra que alienta, en el gesto que acoge, en la mirada que reconoce al otro. Fortalecer las interacciones pedagógicas es apostar por un aula humana, significativa, y transformadora, tanto para niños, niñas, y jóvenes, como para sus docentes.
María Fernanda Orellana
Directora de Educación de Fundación Luksic