Clases virtuales: ¿En qué se diferencian el e-learning sincrónico y asincrónico?
El desarrollo de la metodología e-learning se incrementó fuertemente con la crisis sanitaria a nivel mundial, transformando la vida tanto de estudiantes como de trabajadores y empresas que se han tenido que adaptar a la digitalización. El estudio Radiografía Digital de los Colegios en Pandemia de VTR, reveló que un 88% de establecimientos educacionales adoptó sistemas de videoconferencias o aulas virtuales y que 7 de cada 10 colegios seguirán usando estas plataformas online cuando se retorne a clases presenciales.
Ante esta realidad, el debate sobre la calidad de la educación a distancia se sigue discutiendo en el mundo académico producto de lo forzado que fue el cambio a una metodología e-learning por la pandemia. Sin embargo, hay consenso en que la solución es capacitar a los docentes en tecnología y plataformas virtuales.
Según Joaquín Pineda, antropólogo y miembro del equipo I+D de Redlearning, organización nativa en formación digital, la mejor alternativa para realizar una óptima clase virtual es un sistema mixto entre e-learning sincrónico y asincrónico, vale decir, que cree un aula online que vaya más allá de sólo una videoconferencia.
“Lo principal es que entendamos como sociedad que el aprendizaje e-learning es tan válido como el presencial y dejemos atrás el prejuicio de que si es virtual es malo. Pero como en todo, hay servicios de buena y mala calidad, por lo que es importante prestar mucha atención a que los cursos sean de alto estándar y aseguren el aprendizaje, lo que implica un trabajo de diseño y producción serio que atienda y utilice las herramientas idóneas para este nuevo paradigma educativo. No basta simplemente con subir un pdf descargable, eso no es e-learning. También, lo óptimo es que el alumno pueda contar con una combinación de recursos sincrónicos y asincrónicos”, precisa el experto.
Pero ¿qué significan estos términos? La metodología e-learning sincrónica es una clase online en tiempo real, a través de una videollamada o webinar, en donde los estudiantes pueden preguntar en vivo a un docente como en una clase presencial. Por el contrario, el asincrónico se orienta a la autonomía del estudiante y la administración de sus tiempos, ya que éste decide cuándo acceder a la clase y con qué frecuencia. En el sincrónico es importante también el uso de plataformas educativas como click meeting, diseñadas para el aprendizaje y seguimiento de los alumnos. Zoom y similares no lo son, pues nacieron como herramientas para realizar reuniones virtuales principalmente de trabajo.
Las ventajas que trae el estudiar de manera online son múltiples, como educarse en la comodidad del hogar, en el horario que uno disponga, evitar gastos de traslado y de tiempo e incluso estudiar en una institución extranjera.
“Los docentes se han dado cuenta que no es fácil simplemente dar clases por Zoom. Hay toda una metodología detrás y muchos profesores no están preparados. El desafío para este año está en reflexionar y cambiar ese paradigma, porque no podemos apelar a la revolución e-learning cuando el auge de esto ha sido obligado y a muchas instituciones las ha tomado por sorpresa, obligándolas más bien a improvisar, pues provienen del paradigma de la presencialidad”, concluyó el experto del equipo I+D de Redlearning.
Equipo Prensa
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