Con el objetivo de revertir esta preocupante tendencia que afecta a todo el país, la Universidad de Valparaíso a través de su Clínica de Reproducción Humana reunió a casi 120 profesionales de obstetricia de la región para analizar este tema y entregar más herramientas a las mujeres y parejas que desean ser padres.
Santiago, diciembre de 2024.- En los últimos años, Chile ha experimentado una notable disminución en su tasa de natalidad, lo que plantea serios desafíos para el futuro del país.
Las recientes estadísticas de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) (1), que revelan que Chile tiene una de las tasas de natalidad más bajas de Latinoamérica.
Según el último reporte del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) (2) de septiembre, se registraron 10.820 bebés nacidos vivos, es decir, un descenso de 22,7% respecto a septiembre de 2023 a nivel país.
La región de Valparaíso no está ajena a esta realidad. Las Estadísticas de Nacimiento que reporta el Ministerio de Salud (3), la Tasa Global de Fecundación (TGF) de la región llega a 1.18, muy por debajo de la cifra a nivel nacional que alcanza un 1.3, cuando el mínimo necesario para un reemplazo generacional saludable es de 2.1 de hijos por mujer.
Adicionalmente, si se comparan las cifras del INE respecto a los nacimientos de la región ocurridos en 2023 versus los de 2013, la caída es equivalente a 6.452 nacimientos, representando un decrecimiento de un 28%. Paralelamente, al comparar los nacimientos del 2023 versus el promedio del periodo de 2013 a 2022, los nacimientos del año pasado decaen en 4.039, correspondiente a un 20% menos.
Esta problemática, lejos de ser un fenómeno aislado, requiere de una solución urgente por parte de las autoridades, expertos y sociedad en general. Es por ello que la Clínica de Reproducción Humana de la Universidad de Valparaíso, en compañía con la farmacéutica alemana Merck Group, realizó una capacitación a más de cien matronas de la región para analizar los desafíos que se vienen y actualizar los conocimientos y tratamientos existentes sobre fertilidad, acompañando así a las mujeres y parejas que desean ser padres.
Para el Dr. Aníbal Scarella, director de la Clínica de Reproducción Humana de la Universidad de Valparaíso y presidente de la Sociedad Chilena de Medicina de Reproductiva (SOCMER), la jornada fue de suma importancia, puesto que las matronas juegan un rol clave al ser las profesionales que más contacto tienen a diario con las pacientes, pudiendo obtener una percepción mucho más real respecto de sus necesidades e inquietudes en torno a la fertilidad.
“Las matronas cumplen una labor fundamental de acompañamiento al conocer sus preocupaciones cotidianas en salud sexual y reproductiva. Por eso es necesario cambiar el Código Sanitario, para que estas profesionales puedan sumar entre sus servicios la consejería en fertilidad”, aseguró.
Impacto y solución a la baja de nacimientos
El facultativo alertó que con el constante descenso de nacimientos y de la tasa global de fecundidad, nuestra sociedad se encamina hacia un envejecimiento acelerado, lo cual tendrá un impacto tanto en el ámbito económico como social a nivel país. “Esta tendencia plantea serios desafíos para el futuro, como la saturación de los servicios de salud y la sostenibilidad de los sistemas de pensiones, pues la disminución de la fuerza laboral activa generará un desequilibrio financiero que requerirá de medidas urgentes”, advirtió Scarella.
En la actualidad, hay varios factores que los expertos relacionan a la baja fertilidad en Chile. La postergación de la maternidad, los estilos de vida poco saludables y la percepción de que en la vida laboral existe poco apoyo a las mujeres que son madres, son algunos de los principales responsables.
Por ello, el profesional asegura que es clave enfrentar el tema, a través de políticas públicas, que fomenten la natalidad a nivel país, considerando cuatro pilares. “Primero debemos contar con una educación sexual que transmita con más veracidad el impacto que tiene en las vidas de las personas el posponer la fertilidad. También es importante que los exámenes hormonales estén cubiertos por las aseguradoras públicas y privadas de forma masiva, para medir y proteger la fertilidad de las mujeres”, destacó Scarella.
En tercer lugar, agrega el facultativo, se debe garantizar la posibilidad de preservar la fertilidad, de manera que todas las mujeres puedan acudir a un médico, más allá de su condición económica; y finalmente que todas las personas puedan acceder a tratamientos de fertilidad de manera oportuna y efectiva, ya que el éxito de un embarazo asistido también depende de los tiempos y recursos con los que se cuenta.
“Hoy existen personas de la comunidad LGTBIQ+ o personas solteras que anhelan ser padres, y si queremos revertir la baja natalidad que nos está afectando, debemos adoptar el firme compromiso como país de ayudarlos. Es urgente crear políticas públicas fuertes que den un respaldo real en lo social y en lo económico a las personas que desean tener hijos, para que puedan tomar esa decisión con tranquilidad y con la certeza de que no están solos” concluye Scarella.
Equipo Prensa
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