Llegadas las vacaciones de invierno, muchas personas acuden a paseos a la nieve, ya sea por el día o más prolongados, lo que puede representar un gran disfrute, o bien, una experiencia compleja si no se toman las medidas necesarias para cuidar los ojos. Desde Clínica Oftalmológica Providencia destacan cuáles son los principales problemas oculares que pueden producirse y cómo prevenirlos.
Uno de los panoramas entretenidos en vacaciones de invierno es ir a esquiar o a pasear a la montaña, contexto dentro del cual es importante adoptar ciertas precauciones a la hora de cuidar nuestros ojos.
El Dr. Eusebio García, director médico de Clínica Oftalmológica Providencia, COP, recuerda que la nieve refleja más del 80% de la luz solar, incluidos los rayos ultravioletas, por lo que, si se está expuesto de manera prolongada y sin protección, se puede sufrir de queratitis solar o fotoqueratitis, consistente en una inflamación aguda de la córnea.
Un tipo habitual de fotoqueratitis es la llamada “ceguera de la nieve”, cuyos síntomas son dolor, escozor, ojos rojos, irritación, lagrimeo, fotofobia, dolor de cabeza, presencia de aureolas y reducción de la agudeza visual, entre otros.
Otros problemas oculares que puede ocasionar el exponerse a la presencia de nieve sin protección son conjuntivitis y úlceras. Además, el viento favorece la sequedad de los ojos y el eventual ingreso de cristales de hielo que pueden provocar daños. Por otra parte, los rayos UV aceleran la aparición de algunos tipos de cataratas y la degeneración macular asociada a la edad.
¿Cómo cuidar nuestros ojos de la nieve?
Eusebio García comenta que es muy importante usar gafas de sol con filtro ultravioleta, que sean polarizadas y que estén certificadas.
Agrega que, de presentarse algún problema ocular, es recomendable consultar a un oftalmólogo, quien indicará los pasos a seguir, explicando que, en el caso de la fotoqueratitis, las molestias tienden a desaparecer luego de aplicado el tratamiento.
Equipo Prensa
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