El Niño Jesús de Talagante asumió el reto de entregar las herramientas educativas y formativas que los estudiantes van a necesitar para desempeñarse a futuro como profesionales y, sobre todo, buenas personas en una sociedad tan cambiante como la actual.
“Somos testigos de la velocidad de los cambios tecnológicos y sociales y su impacto en la sociedad chilena y mundial. Nuestra localidad no es ajena a esta realidad y pensamos que tenemos el deber de preparar adecuadamente a nuestros estudiantes para las exigencias actuales y los desafíos futuros”, señala Paulina Jordán, directora del Colegio El Niño Jesús de Talagante.
El establecimiento, con una larga trayectoria en la comuna, inició un proceso de innovación y modernización que han denominado CNJ 4.0. “Queremos fortalecer la enseñanza, la convivencia e identidad de cada ciclo escolar, que van de la mano de las metas que nos hemos propuesto a partir de este nuevo semestre”, agrega la directora.
Las metas para este año las explica la subdirectora Pía Ortiz. “La primera meta es la asistencia escolar. Queremos que todos nuestros estudiantes estén presentes cada día en sus salas de clases aprendiendo”.
La segunda es reforzar el vínculo del colegio con las familias. “Es importante que seamos siempre aliados de nuestras familias y apoderados, que nos conozcamos. Por eso, es importante que vengan a las reuniones, que estén informados del aprendizaje de sus hijos y que participen en el área formativa de los estudiantes”, señala Pía Ortiz.
La tercera meta es que haya un ambiente propicio para el aprendizaje en nuestras aulas y fuera de ellas. El área de convivencia escolar es un gran desafío que tenemos a diario en el colegio y es algo que estamos trabajando día a día para mejorar los espacios de interacción entre estudiantes, adultos del colegio, apoderados y nuestro entorno”, puntualiza la subdirectora.
Paulina Jordán profundiza en esta última meta. “Se trata de aprender a solucionar nuestros conflictos de una manera dialogante y formativa, dónde la comunicación sea la herramienta predominante y no las agresiones de ningún tipo, impulsar más la amistad y el compañerismo al interior del colegio y el espíritu solidario, motivar el cuidado del medio ambiente y fomentar el comportamiento ético y que su vida sea coherente con las enseñanzas del Evangelio”.
Nos hemos atrevido a innovar con el Agrupamiento Flexible, que es habitual en países de la OCDE. “Los alumnos se distribuyen en distintos grupos para cada ramo, de acuerdo con sus habilidades y nivel de conocimientos. En el Colegio El Niño Jesús, comenzamos un piloto con Cuarto Básico en Lenguaje y Segundo Medio en Matemáticas”, acota la directora.
El siguiente paso -agrega Paulina Jordán- podría ser incorporar las Aulas Abiertas. “Conocimos esta experiencia en una visita al Liceo Polivalente San Nicolás que se encuentra en la comuna del mismo nombre en la Región de Ñuble. Han tenido buenos resultados al fomentar la creatividad docente y la capacidad de elección de los alumnos dentro del currículum rígido vigente”.
Todos estos cambios apuntan a “consolidarnos como un colegio efectivo líder en la formación integral de personas con sólidos principios que surgen del evangelio, solidarios, respetuosos y éticos, reconocidos por su educación de calidad, a través del rigor académico, inclusión, autonomía y creatividad, para su inserción en Talagante y en cualquier lugar de Chile y el mundo”, expresa la directora.
Equipo Prensa
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