Factores como la expresión emocional, aceptación social o el deseo de popularidad pueden llevar a los niños o adolescentes a compartir información en Internet que podría convertirse en perjudicial para su vida.

Santiago, 26 de febrero de 2025.- Finaliza febrero y con él los últimos días de vacaciones para los niños. El regreso a clases ya está cerca y los escolares de Chile se preparan con “entusiasmo” para recibir un nuevo año académico. Una oportunidad para compartir con sus compañeros y amigos en las escuelas, pero también, un espacio para la posibilidad de usar sus equipos tecnológicos, en algunos casos, sin la supervisión de un adulto.

En el país, la Cámara de Diputados aprobó en agosto de 2024 y despachó al Senado un proyecto de ley que regula el uso de celulares y otros equipos digitales en colegios hasta sexto básico, con excepciones. Además de un uso adecuado y gradual en estudiantes de 7° y 8° básico y enseñanza media.

Este tipo de medidas no está lejos de las ya aplicadas en otros países como: Francia, Grecia, Italia, Polonia, Portugal y Ucrania. Naciones en donde la prohibición es total o parcial.

Pero, ¿por qué éstas medidas? Las razones son varias, pero el ciberacoso es una de las aristas que destacan en estos Estados que buscan atender una pandemia que no ha sido declarada como tal.

“La niñez es la etapa de mayor vulnerabilidad de un ser humano. Es ese momento en el que nos empezamos a conocer, empezamos a interactuar y descubrir cosas que van construyendo la identidad. La infancia y juventud actual es digitalmente nativa, pero no exenta de riesgos como el ciberbullying, ciberacoso e incluso estafas, pues muchos cibercriminales traspasan todo límite de seguridad y vulneran lo más preciado: la inocencia”, dice Martina Lopez, Investigadora de Seguridad Informática de ESET Latinoamérica.

 

Oversharing en los niños

Una necesidad genuina de los más pequeños es compartir. Sin embargo, hay un concepto que hace alusión a la difusión en exceso de información. Mejor conocido como oversharing, hace referencia a la publicación de información personal en demasía o frecuencia. Y esto puede manifestarse en entornos privados o públicos, y en el caso de los niños, se da frecuentemente porque estos por lo general no tienen el conocimiento claro de lo que están haciendo.

“Es un tema bastante complejo que como adultos debemos darle mucha relevancia. Los niños por su inocencia y necesidad de insertarse socialmente no están conscientes de qué es bueno y malo de compartir en Internet, redes sociales, videojuegos grupales, entre otros. Simplemente, a esas edades hay una necesidad de entregar información de forma impulsiva por múltiples razones”, menciona Lopez.

La especialista recalcó que este tipo de hechos suelen ocurrir, por ejemplo, cuando los niños o adolescentes conocen a alguien a través de videojuegos online y sienten una especie de “conexión” con ese individuo, de quien se desconoce cualquier intención.

“Esta confianza que siente el menor de edad hacia esa persona, de quien no tiene mayor conocimiento, lo puede llevar a entregar información delicada de su entorno y familia, lo que le da poder a esa otra persona que, quizás, tenga intenciones de vulnerarlo”, precisa Martina de ESET.

De acuerdo con la experta, además de que los niños de 7 a 10 años suelen ser muy confiados, lo que consideró normal, existen otros factores que llevan a menores de edad, de más de 10 años, a compartir información de más en las plataformas digitales como necesidad o deseo de popularidad y expresión emocional, así como los rasgos de personalidad.

Las redes sociales son un factor importante que lleva a los niños y adolescentes a compartir información privada en exceso, debido a las tendencias que allí se muestran, lo que podría agravar la situación. Ante los peligros que rondan en Internet para los menores de edad, ESET cuenta con una iniciativa denominada como Digipadres, que busca acompañar a madres, padres y docentes en el cuidado de los niños en Internet con el fin de generar conciencia acerca de riesgos y amenazas en el mundo digital.

De esta manera, ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, comparte buenas prácticas digitales para tener en cuenta en el regreso a clase y evitar que los más pequeños puedan ser víctimas de ciberdelincuentes:

 

-Apoyar y alentar el desarrollo saludable de los niños: Es primordial fomentarles a reconocer el valor que tienen y reforzar su seguridad en sí mismos, lo que permitirá fortalecer su autoestima y ser más conscientes de sus emociones.

 

-Ayudarlos a identificar las situaciones de riesgo: Explicar qué está mal y qué puede ser perjudicial le permitirá tener la capacidad de comprender cuándo algo puede ser perjudicial para él o ella.

 

-Impulsar a que realicen otras actividades fuera de las redes sociales: Es responsabilidad de los padres garantizar la seguridad emocional de sus hijos y establecer límites, de forma respetuosa, sobre el uso de redes sociales y que puedan participar en otras actividades que les permitan expresar de manera sana en la vida cotidiana y así lograr conectar con otras personas.

 

-Desarrollar hábitos y rutinas saludables: Los padres pueden impulsar a sus hijos desde la infancia a realizar actividades que se convertirán en rutina y así construir hábitos que le enseñarán a tener sus tiempos organizados y no enfocarse solo en el Internet.

 

-Abordar de forma tranquila las prácticas que haga el niño o adolescente en Internet: Si se descubre que el menor de edad comparte información de más en las redes sociales u otras plataformas, lo ideal es conversar sin tomar una reacción precipitada o juzgar la conducta del niño o adolescente. El asunto no se debe pasar por alto, pero conversando, explicando y mostrándoles que confianza es ideal para transmitir las implicaciones del oversharing.

 

“La infancia es una de las etapas más importantes para la construcción y desarrollo de la personalidad de los niños y niñas. Pero al estar insertos en un mundo digital y dependiente de las pantallas, es importante estar atentos para ayudarlos a gestionar sus interacciones , sin dejar a un lado el respeto mutuo”, finaliza Martina Lopez de ESET.

Digipadres, es una iniciativa impulsada por SakerKidsOnline de ESET, que busca acompañar a madres, padres y docentes en el cuidado de los niños en Internet con el fin de generar conciencia acerca de riesgos y amenazas en el mundo digital. Brindan materiales para el proceso de aprendizaje, diálogo y supervisión con el objetivo de facilitar los conocimientos necesarios para ayudar a los más pequeños en el uso de las nuevas tecnologías. Para obtener más información sobre los peligros que enfrentan los niños en línea, visite: https://digipadres.com/

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