El modelo apunta a modificar la cultura escolar, guiando a los equipos de liderazgo a la formación de vínculos y al cultivo de una cultura organizacional propicia que permite integrar la educación socioemocional y del carácter en metodologías, procedimientos y fines institucionales.
La necesidad de formar a los niños y jóvenes en el desarrollo de sus habilidades socioemocionales y del carácter ha ganado relevancia en todo el mundo, especialmente después de la pandemia. En Chile, esta urgencia se ha hecho más evidente, reflejando la importancia de preparar a los estudiantes no solo en el ámbito académico, sino también en cómo enfrentar sus emociones y tomar decisiones que contribuyan a ser la mejor versión de sí mismos y aportar positivamente a la sociedad.
Este importante desafío fue el tema central del seminario “Cultura escolar que forma y transforma: desarrollo socioemocional y del carácter de tus estudiantes”, realizado el pasado jueves 25 de julio por APTUS, corporación sin fines de lucro que desde hace más de 15 años busca acortar la brecha educacional en nuestro país.
Uno de los principales expositores del evento, Marvin Berkowitz, de la Universidad de Missouri (EE.UU.) y reconocido mundialmente por su liderazgo en la educación del carácter, presentó el Modelo Primed, sistema que se expande en países desarrollados y que engloba seis principios fundamentales, no sólo como técnicas concretas, sino como una forma de entender la educación en las escuelas. ¿En qué consiste? El Modelo Primed, respaldado por evidencia científica, se basa principalmente en la educación del carácter, que no debe limitarse sólo a lecciones teóricas sobre virtudes como el autocontrol, sino que debe ser promovida a través de relaciones de apoyo en toda la comunidad escolar y ser modelada por todos los adultos en el entorno escolar.
Esto significa que los profesores y directivos deben integrar estos principios en su comportamiento diario y en sus interacciones con los estudiantes. Deben demostrar, a través de sus acciones, cómo manejar las emociones y tomar decisiones responsables, creando así un ambiente en el que los estudiantes se sientan comprendidos y apoyados. Este enfoque busca formar vínculos personales y genuinos entre adultos y estudiantes, lo que, a su vez, maximiza el potencial de desarrollo de cada niño.
Rosario Montes, Coordinadora de Formación del Carácter de APTUS, resaltó la importancia de esto: “cada estudiante es único, con diferentes necesidades y formas de aprendizaje. Es crucial reconocer estas diferencias y no aplicar un enfoque único para todos. La formación socioemocional debe adaptarse a las personalidades y necesidades individuales de cada niño. Solo al establecer relaciones profundas y auténticas con los estudiantes podemos detectar y atender estas necesidades de manera efectiva”, explicó.
FORMAR BUENAS PERSONAS
Montes explica que antes de la emergencia sanitaria del coronavirus, hablar de educación socioemocional era casi imposible; sin embargo, ahora muchas escuelas están mostrando interés en desarrollarse en esta área. “Este cambio de enfoque es un buen comienzo para revalorizar el propósito esencial de la educación: formar buenas personas”, comentó.
En este sentido, el abordaje propuesto por el Programa Primed busca cambiar la cultura de los adultos en el colegio. “Los problemas de bullying, por ejemplo, muchas veces se replican de las relaciones entre adultos. Si los profesores y equipos directivos no se tratan bien, es probable que los estudiantes imiten comportamientos. La clave es establecer una cultura de buen trato, donde los adultos sean modelos de comportamiento positivo”, indicó Montes.
Sobre esto, la especialista destaca que la colaboración entre el colegio y los padres es fundamental. “Los padres son los primeros educadores, y su participación es crucial para el éxito de la educación socioemocional. El trabajo en equipo entre padres y educadores es esencial para que los niños florezcan, sean felices y logren sus objetivos. Es importante dejar de vernos como adversarios y empezar a colaborar en beneficio de los estudiantes”, agregó Montes.
La vocación docente también juega un papel crucial en el éxito del Programa Primed. “La labor de un profesor es altamente estresante y, a veces, la vocación puede verse afectada por un ambiente de trabajo poco favorable. Sin embargo, en un entorno de apoyo y colaboración, cualquier vocación puede florecer. Es necesario fomentar una cultura de confianza y trabajo en equipo para lograr los objetivos comunes de educación y formación integral de los estudiantes”, concluyó Montes.
Equipo Prensa
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