Por Marcela Vaccaro, Vicerrectora de Vinculación con el Medio y Comunicaciones
AIEP cumple 57 años este mes de octubre y el camino recorrido en la Educación Técnica en nuestro país ha sido largo, fructífero y siempre en crecimiento. Una labor que nos hace sentir orgullosos, pero que nos sitúa frente a nuevos desafíos, los que año a año van cambiando en nuestro país. Uno de ellos es el efecto de la migración, lo que nos lleva a tener aulas muy diversas a las que teníamos hace 10 años. Y no solo por los extranjeros que llegaron en los últimos años a nuestro país, sino también por sus hijos, que nacieron en Chile y actualmente son nuestros nuevos estudiantes.
Un fenómeno que nos alcanzó para quedarse y hoy es digno de análisis. ¿Lo que buscamos? Mientras más revisamos y analizamos las cifras de migración, más nos generan la convicción de que debemos comprender cómo se entiende a nivel institucional la migración en la IES y lo que ha sido para nosotros un acercamiento metodológico o ejes para realmente ser un aporte.
Lejos de ser expertos en temas migratorios, en nuestra institución hemos sido testigo de historias de superación, transformación y emprendimiento por parte de estudiantes migrantes que han sido lecciones de resiliencia y compromiso para todo el resto de la comunidad educativa. Y es que cuando eres parte de una familia de cerca de 100 mil estudiantes, tienes una representación de Chile en las aulas y en las sedes.
Nuestra entidad educativa hay actualmente 3871 estudiantes extranjeros, lo que representa un 4,1% de la matrícula total. Según el Servicio de Información de Educación Superior (SIES, 2021), la matrícula extranjera en 2020 es de 2,5%, de los cuales el 34,4% se encuentra matriculado en institutos profesionales y un 10,5% en Centros de Formación Técnica.
Hoy, es imprescindible que la comunidad educativa – desde las altas directivas y todos los colaboradores – entiendan no solo la relevancia del tema migratorio, sino que haya acuerdo de qué estamos hablando, por las múltiples aristas que tiene.
El compromiso de las instituciones TP es desarrollar personas, bajo ningún parámetro de discriminación. Ni sexo, ni identidad de género, ni preferencia sexual, estrato socioeconómico, etnicidad ni nacionalidad. El impacto de la migración transciende las fronteras tradicionales y el migrante no solo ayuda a quienes lo acompañan donde nosotros lo recibimos, sino también a quienes lo esperan o más bien a quiénes dejó en su lugar de origen.
Hay mucho por hacer. Debemos dar importancia a la flexibilidad de los modelos educativos. La necesidad de compatibilizar el trabajo con el estudio es fundamental, en especial para quienes llevan menos tiempo en su nuevo lugar de residencia.
¿Otros desafíos? Buscar cómo Incorporar a los modelos de Vinculación con el medio, iniciativas que aborden la migración y den ejemplo de lo que se puede lograr. No descuidar los esfuerzos de escolarización, ya que, si el recorrido para llegar a la educación TP no está pavimentado, debemos apoyar su recorrido y finalmente trabajar con el sector productivo y de servicios.
Según estudios de Naciones Unidas, una de las razones más importantes detrás de la migración es la búsqueda de oportunidades de educación. Y no hablamos solo de la migración de extranjeros sino de la migración dentro de nuestro propio país. Las regiones con una cultura migratoria más fuerte se caracterizan por contar con redes comunitarias más sólidas- sigamos avanzando en este tan importante camino.
Equipo Prensa
Portal Educa