¿Qué sería de nuestros estudiantes si no aprendieran logaritmos? Los logaritmos corresponden a la base científica para entender diversos fenómenos naturales como las implicancias del PH en nuestro cuerpo, la intensidad del sonido o la diferencia entre un terremoto de 8.7 y 8.8 en la escala de Richter.
Enfrentarse a una ecuación logarítmica o un problema matemático que involucre logaritmos, no es tarea fácil. Implica utilizar propiedades para resolver ecuaciones lineales de primer y segundo grado, potencias, fracciones y números enteros, entre otros saberes. Cuando los estudiantes buscan estas resoluciones, involucran habilidades clave para el desarrollo personal y académico, tales como el pensamiento reflexivo, la argumentación de ideas matemáticas, la comunicación de esas ideas o el desarrollo del modelamiento matemático. Esto, sin mencionar que la gran mayoría de las carreras universitarias utilizan logaritmos como pan de cada día.
Estas, aparentemente invisibles acciones, implican un aprendizaje para el estudiante, fortalecen el pensamiento crítico en nuestras aulas y desencadenan en un acto de desarrollo humano y justicia social que traspasa las fronteras de las escuelas. Este conjunto de hechos hace de nuestros alumnos personas más reflexivas y críticas con el mundo que los rodea, lo que se pierde si los logaritmos no fueran parte del aprendizaje.
 





















