Cristián Villegas Director Instituto de Educación y Lenguaje Universidad de Las Américas
La inteligencia artificial ha empezado a democratizarse, dado que no solo las empresas de las grandes potencias pueden desarrollarlas, sino hoy, cualquier país puede generar sus propios modelos, para lo que se requiere de convicción y apoyo de la política pública. Vistos los beneficios que trae esta tecnología, Chile está desarrollando su propia IA, denominada Latam GPT, cuyo lanzamiento se espera para abril de este año.
Considerando la amplia oferta mundial de IA disponible, cabría preguntarse por qué es importante que Chile genere su propia IA, lo que podría explicarse en que resulta fundamental contar con una tecnología que esté entrenada y contextualizada a la realidad de nuestro país y América Latina, siendo también una oportunidad para disminuir sesgos, información errónea e incluso alucinaciones que tienen las IA norteamericanas, europeas o chinas, dado que recoge de mejor manera aspectos culturales, históricos, identitarios y de diversa índole, el cual tiene además un enfoque centrado en la ética y con una perspectiva local. En segundo lugar, se trata de un enfoque de desarrollo de IA más regulado, dado que cerca de 30 instituciones de varios países de latinoamericanos participan de su creación, lo que, de paso, posiciona al país como un referente en la región en esta materia, democratizando el uso de la IA.
Sobre esta IA generada en Chile, se espera que pueda aportar en áreas que ya comprenden los modelos existentes como educación, salud, investigación científica, pero también en ámbitos nuevos propios de las necesidades de los países de la región, como la preservación de lenguas indígenas o las políticas públicas, a partir del manejo de datos precisos de América Latina. Esta IA está siendo creada por el Centro Nacional de Inteligencia Artificial (Cenia), siendo una de sus características su enfoque abierto y público, lo que permitiría posteriormente que la comunidad vaya creando sus propias versiones, al contrario, con lo que sucede con varias IA actualmente.
Chile al avanzar en este desarrollo, no solo ratifica su liderazgo tecnológico en la región, sino también sirve de ejemplo para que otros puedan crear sus propias IA abiertas, desde las necesidades de nuestro país y América Latina, avanzando de esta forma en el logro de inteligencias artificiales que fomenten la equidad, inclusión y democratización en beneficio de las diversas realidades de la región.