• Francesc Miralles es uno de los autores del modelo de crecimiento personal más influyentes del mundo. Su ensayo más traducido ha sido IKIGAI: los secretos de Japón para una vida larga y feliz. Su libro se ha publicado en más de 60 lenguas; y gracias a Junior Achievement Chile dictó charla para estudiantes de colegios, liceos y escuelas.

Junto a estudiantes y profesores de distintas escuelas, liceos y colegios del país, Junior Achievement Chile realizó un conversatorio virtual acerca de ikigai, un modelo de vida que ha permeado el proyecto de educación de muchas personas en el mundo. La actividad contó con una charla de su creador, Francesc Miralles, desde España.

ikigai es un concepto japonés que une dos ideas: vida y merecer la pena. Así, desde la percepción de una vida que merece ser vivida, es una invitación y una elección personal de quien mediante su talento, se conecta con una vida plena.

» Todo el mundo tiene un ikigai, pero no todo el mundo sabe cuál es el suyo, ni es consciente de él. Entonces, hay personas que tienen la suerte de conocer su ikigai desde muy pequeñas y otras que todavía lo están buscando, porque están dentro de ellas mismas. Entonces, saber cuál es tu propósito en la vida depende también del autoconocimiento que tienes», señaló el experto.

Ikigai utiliza una herramienta que consiste en cuatro círculos fundamentales en la vida de todos: tu pasión, tu vocación, tu misión y tu profesión; en otras palabras, aquello en lo que eres bueno, en lo que el mundo necesita y aquello por lo que te pagan. Miralles le comentó a más de 70 participantes del conversatorio, que muchos jóvenes no saben qué hacer en sus vidas y sienten la presión social de elegir un camino, sin entender que la trayectoria de cada vida es dinámica, y a lo largo de la vida surgen nuevos intereses y motivaciones.

«La primera invitación es a rellenar ese primer círculo que nos producen «flow», aquello que cuando lo haces, sientes que el tiempo desaparece. Entonces, si tenemos diferentes cosas que nos gusta hacer, lo que podemos hacer es un ranking del 1 al 10, del nivel de fluir que nos genera cada cosa», sostuvo. 

El invitado internacional aconsejó a los jóvenes de la audiencia, que si todos los trabajos que han hecho en una oficina les han aburrido y les hacen sentir que están desconectados de sí mismos;  «(…) entonces tienen que buscar y explorar la situación inversa, que sería ser un freelance, ser autónomo, trabajar para sí mismos. Entonces, si lo que no les gusta hacer es estar en un horario fijo, en un lugar encerrado, delante de un computador; el ikigai puede encontrarse en un tipo de trabajo que les permita viajar y hacerlo desde diferentes lugares».

 Ahora bien, el siguiente círculo apunta a aquello en lo que somos buenos, nuestros talentos y habilidades. Miralles hizo la analogía del pez y su elemento del agua. «(…) Si sacamos al pez del agua, se va a ahogar, va a sufrir y finalmente va a morir. Lo mismo sucede con las personas. Si tu elemento es estar, por ejemplo, en contacto con otra gente, coordinarte, trabajar en grupo, gestionar egos, aprender de los demás; y te ponen en un trabajo donde estás solo, ahí vas a sufrir como el pez fuera del agua porque estás hecho para trabajar con otras personas. Entonces, es importante saber cuál es nuestro elemento porque eso ya nos permite eliminar muchas opciones que no lo son».

El tercer círculo es el dinero, aunque no siempre un ikigai se corresponde con algo que vas a monetizar, ya que no siempre se puede convertir fácilmente en un trabajo remunerado, como puede ser el baile, el arte, la labor solidaria, la Fe, scoutismo; y en ese caso, el ikigai puede que se convierta en algo alternativo dentro de nuestra vida, «(…) en algo que nosotros hacemos como una especie de oasis en el cual refrescarnos de lo que es nuestra vida laboral. Del mismo modo, hay personas que pueden haber tenido un ikigai gran parte de la vida, hasta que experimentan una revelación que cambia el curso de su vida, y descubren otro totalmente distinto. Aparece quizás en la juventud o en la madurez de la vida, y nos obliga a formarnos y a tomar un camino hasta que tengamos las habilidades para poder hacer el cambio». 

El cuarto círculo de Ikigai es aquello que el mundo necesita y tiene mucho que ver con el propósito. El ejercicio parte a la inversa, desde lo que el mundo necesita y a partir de lo que a mí me gusta y de lo que yo soy bueno y de mis potencialidades, vamos a cubrir esa necesidad. 

Por lo tanto, rellenar estos cuatro círculos nos puede servir para saber cuál es nuestro Ikigai y una vez sepamos cuál es nuestro Ikigai, habrá que ajustarlo con la realidad. 

El conversatorio también contó con intervenciones de Rosángel Arispe, presidenta de Junior Achievement Chile Alumni; y Carla Saldías, coordinadora del programa Mi Barrio Financiero de la Facultad de Economía de la Universidad de Chile.

Revive este encuentro en: https://www.youtube.com/watch?v=_ZZ4SPfKdeI&t=46s

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Equipo Prensa
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