• Cinco jóvenes de tercero y cuarto medio del Colegio Rafael Sotomayor, crearon una máscara de uso capilar a base de changle, un hongo comestible que crece en bosques del sur de Chile. Juntas representaron a nuestro país en «Company of the Year 2025” en Río de Janeiro (COY) y aunque no ganaron, hoy trabajan en ampliar la línea y vender un pack esta Navidad. Esta empresa la crearon en un programa educativo de Junior Achievement, ONG nominada cuatro veces al Premio Nobel de la Paz, e incorpora contenidos de educación financiera y emprendimiento desde la etapa escolar.

A Brasil y junto a otras 13 delegaciones de diferentes países de Latinoamérica, viajaron 5 niñas estudiantes de tercero y cuarto medio del Colegio Rafael Sotomayor de la Región Metropolitana, para representar a nuestro país en el certamen COY 2025, acrónimo en inglés de «Company of the year», que organiza Junior Achievement Americas. Las jóvenes crearon la empresa «Áurea», marca que dio vida a una crema para el pelo a base de changle, un hongo comestible silvestre que crece en el sur de Chile, obteniendo grandes ventas y preparándose para vender en Navidad.

Junior Achievement es una organización sin fines de lucro, cuatro veces nominada al Premio Nobel de la Paz, dedicada a la educación financiera y el emprendimiento escolar, como mecanismo para fomentar la innovación y prevenir el endeudamiento y el desempleo juvenil. Tras la pandemia Junior Achievement Chile, retomó el programa «La Compañía» que desafía a alumnos de educación media para crear una empresa real con triple impacto: económico, social y medioambiental.

Matías Richard, profesor de historia en enseñanza básica y del electivo de economía para terceros y cuartos medios en el Colegio Rafael Sotomayor, participa del programa “La Compañía” desde 2024. Este año acompañó a un grupo de alumnas que crearon una crema capilar y que fueron seleccionadas para representar a Chile en la competencia internacional. 

Él destaca el valor de este programa. «Como profesor de historia, me doy cuenta que somos muy solitarios y este proyecto me ha ayudado a que se formen equipos a pesar de las diferencias, que se motiven a sacar adelante un proyecto en común, demostrando responsabilidad y compromiso. Estamos formando personas, seres humanos y ojalá líderes. Es un orgullo ver lo lejos que ellas llegaron».

Antonia Cintolesi (18 años), Javiera Lagos (18), Michelle Carrillo (18), Sofía León (18) e Isidora Cisternas (16) participaron con una singular idea. Tras un viaje al sur de Chile en el verano, una de ellas degustó «changle», un hongo de uso comestible, y sin mucho entusiasmo fue el punto de partida para crear un producto natural, con beneficios cosméticos y que atendiera una problemática, como era contribuir reduciendo el aporte de microplásticos al medioambiente. Jugando con las iniciales de sus integrantes, crearon Áurea, nombre de una compañía de mujeres chilenas dedicada al cuidado capilar natural y sostenible. Tras sus investigaciones iniciales, supieron que el changle es reconocido por sus propiedades hidratantes, reconstructivas y antioxidantes. 

«Primeramente pensamos en usar cochayuyo y otras algas, pero luego de varias pruebas, concluimos que el changle era la mejor opción y era compatible con otros ingredientes como aceites y aromatizantes. Gracias al contacto con un amigo de una de nuestras mamás, hicimos las primeras pruebas en el laboratorio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile en Quinta Normal, con asesoría de un químico. En una primera etapa solo nos motivaba la nota, pero poco a poco nos fuimos entusiasmando, creamos imagen de marca, una etiqueta y un envase color ámbar, y nos fue excelente en la feria escolar. Vendimos todo e invertimos en “mejoras», explica Javiera Lagos, una de las integrantes. A modo de ejemplo de su profesionalismo, la etiqueta informativa cumple con las normas éticas de productos capilares, componentes, modo de uso, tipo de plástico y fecha de expiración.

La mayoría de las integrantes de Áurea tienen planes de seguir estudios universitarios. Javiera, quien inicialmente quería estudiar medicina, descubrió gracias a su participación en el COY nuevos intereses en otras áreas y la motivación de potenciar el emprendimiento junto al equipo. Debido a esto, hoy contempla tomarse un año sabático para seguir desarrollando el proyecto. En lo más próximo, siguen vendiendo a través de redes sociales y trabajan en un siguiente producto, con otros aceites y aroma, para crear un pack que se pueda comercializar esta Navidad.

Por su parte, Magdalena Peralta, directora ejecutiva de Junior Achievement Chile,  destacó la representación de un equipo compuesto íntegramente por mujeres en el COY 2025. «Su presencia en una instancia internacional envía un mensaje potente a miles de niñas y adolescentes sobre las oportunidades que tienen para ser protagonistas de su vida. Idearon un producto que rescata la identidad local y que se preocupa de la sostenibilidad, con un potencial inmenso. Es un emprendimiento con propósito que está directamente alineado con la misión de Junior Achievement, de formar jóvenes autoeficaces que contribuyan a la prosperidad de sus comunidades».

El programa Junior Achievement «La Compañía» ha demostrado con el paso de los años, ser una experiencia de gran impacto y del tremendo potencial de creatividad, capacidad de resolución de problemas, trabajo con responsabilidad, comunicación efectiva y autoconfianza. «Nos gustaría que más estudiantes tuvieran la oportunidad de participar, crear sus emprendimientos y aprender habilidades que, de esta manera práctica, permiten ser incorporadas más fácilmente. Es muy importante iniciar este camino del emprendimiento y de creación de proyectos, a una edad temprana, potenciando las habilidades del siglo 21», agrega Peralta. 

Finalmente, Jorge Daboin, líder del proyecto La compañía en Junior Achievement Chile, comentó: «Desde el inicio del programa he sido testigo de una transformación que emociona. Al principio muchas de las y los estudiantes miraban La Compañía como si fuera una asignatura más del liceo, sin imaginar la invitación real que estábamos haciéndole, la de atreverse a pensar como emprendedoras, a descubrir su propia voz y a confiar en su potencial. Con el paso de los meses fueron avanzando en cada desafío, pero hubo un momento que marcó un quiebre muy especial: el proceso de capitalización y la feria de productos. Allí, frente a personas desconocidas, conversando sobre su proyecto y viendo cómo sus ideas despertaban interés genuino, sucedió algo que suele ser difícil de explicar, pero fácil de ver. Se dieron cuenta de que lo que habían creado tenía valor. Que podían generar impacto y que eran capaces». 

El ganador de COY 2025 fue Ecuador con la empresa creadora Sacky JA que desarrolló bolsas de almuerzo sostenibles fabricadas con botellas de plástico recicladas. Las bolsas presentan animales ecuatorianos e ilustraciones que promueven hábitos alimentarios saludables y la concientización medioambiental. 

Google News Portal Educa
Síguenos en Google Noticias

Equipo Prensa
Portal Educa