La casa de estudios, a través del CCTVal, ha sido pionera en impulsar la colaboración entre el país y el centro de investigación europeo.
Gracias a una activa participación en dos de los cuatro experimentos del Gran Colisionador de Hadrones, la Universidad Técnica Federico Santa María se ha posicionado como una de las protagonistas en la reciente aprobación de la incorporación de Chile como Estado Miembro Asociado a la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), lo que, en caso de ratificarse, convertiría a nuestro país en la segunda nación sudamericana después de Brasil en ingresar a esta categoría.
Este avance, que tras su firma debe ser aprobado en el Congreso Nacional, representa una oportunidad única para Chile, que pasaría de ser un país colaborador a tener mayor liderazgo en la toma de decisiones estratégicas del CERN. De esta forma, instituciones académicas, investigadores y empresas nacionales podrían participar no solo en proyectos científicos, sino también en el desarrollo e implementación de nuevas tecnologías en áreas tan diversas como la medicina, la energía, la computación cuántica y la criogenia.
Claudio Dib, académico de la USM e investigador del CCTVal, valoró este logro como un reconocimiento al trabajo sostenido que Chile ha desarrollado en física de partículas, así como a la confianza y capacidades científico-tecnológicas que el país ha demostrado. “Este paso plantea importantes desafíos, pero también grandes oportunidades para impulsar el crecimiento de la industria nacional y el desarrollo de tecnología de frontera”, indicó.
Sobre este importante hito, Sebastián Tapia, investigador asociado del CCTVal y representante de la USM en el experimento ATLAS, recuerda que el estudio de la física de partículas experimental en Chile tuvo su origen hace más de una década en la USM. “La física de partículas experimental partió aquí, en la Santa María, con un pequeño proyecto, y hoy se ha expandido a lo largo del país. Este nuevo estatus de miembro asociado responde al trabajo serio y constante que se ha hecho desde entonces”, señaló.
En 2021, tras ocho años de trabajo, la USM completó la fabricación de 33 detectores de partículas subatómicas para el experimento ATLAS del Gran Colisionador de Hadrones (LHC), compromiso asumido por el Estado de Chile. En 2023, en tanto, se concretó la incorporación al Solenoide Compacto de Muones (CMS), alcanzando así una significativa participación nacional en dos de los cuatro experimentos principales del LHC.
Además, actualmente, investigadores de la casa de estudios participan activamente en el análisis de datos y en el desarrollo de algoritmos de aprendizaje automático e inteligencia artificial para clasificar eventos generados en el LHC, así como en la elaboración de publicaciones científicas de alto impacto, consolidando así su presencia en el centro de investigación europeo.
Un salto hacia la innovación y el desarrollo tecnológico
La incorporación de Chile como miembro asociado no solo ampliará el acceso a la infraestructura científica del CERN, sino que permitirá colaborar en decisiones estratégicas, participar en desarrollos tecnológicos y en la licitación de servicios y productos para el laboratorio, abriendo nuevas posibilidades al sector productivo chileno.
“Ser miembro asociado significa tener acceso a tecnología de punta antes de que llegue al mercado, poder proponer nuevos experimentos y permitir que nuestras empresas postulen a licitaciones del CERN”, afirmó Tapia. Además, destacó que “esto facilitará que ingenieros e ingenieras formados en la USM puedan postular directamente a trabajos en el CERN, lo que hasta ahora no era posible”.
También enfatizó la necesidad de una gestión activa ante esta incorporación, “es como tener un nuevo centro de investigación. Si no ponemos gente y recursos, no le vamos a sacar provecho. Hay que invertir y tener equipos dedicados a transferir ese conocimiento al país”.