Investigación de académico de UDLA promueve formación ética profesional desde lo cognitivo, lo afectivo y la realidad aumentada
Una innovadora investigación liderada por el académico e investigador de la Carrera de Psicología de Universidad de Las Américas (UDLA), Sede Concepción, Jorge Vergara, propone una nueva estrategia formativa para fortalecer la ética profesional en estudiantes universitarios, integrando habilidades cognitivas, afectivas y el uso de herramientas digitales como la animación y la realidad aumentada.
El comportamiento ético profesional no se forma únicamente desde el aprendizaje de lo correcto e incorrecto. Así lo plantea Jorge Vergara, académico e investigador de la Carrera de Psicología de Universidad de Las Américas Sede Concepción, sociólogo de la Universidad de La Frontera, Magíster en Investigación Social y Desarrollo, y Doctor en Psicología por la Universidad de Concepción, quien desarrolló un programa de intervención orientado a promover la toma de decisiones éticas desde un enfoque integral, que considera tanto los procesos cognitivos como afectivos involucrados, en el marco del proyecto FONDECYT de iniciación N°11220332, dirigido a estudiantes de Psicología.
A partir de un diagnóstico crítico sobre la enseñanza de la ética en la educación superior, que tradicionalmente se ha centrado en la transmisión de valores desde una perspectiva meramente cognitiva, la investigación “Programa de intervención para el desarrollo ético profesional de estudiantes universitarios: una aproximación desde la neuroética”, propone un cambio de paradigma. “La mayoría de las experiencias educativas dejan fuera la influencia que ejercen los procesos afectivos en la construcción del juicio ético”, señala el académico.
El programa se diseñó considerando que habilidades como la regulación de impulsos o la planificación pueden facilitar una conducta ética al evitar reacciones inmediatas y promover decisiones reflexivas. Del mismo modo, los sentimientos positivos, como la empatía o solidaridad, favorecen respuestas más altruistas y orientadas al bien común.
Un enfoque por niveles
Tras validar un modelo que relaciona variables afectivas y cognitivas con el comportamiento ético, se estructuró el programa de intervención en tres niveles: uno comprensivo, que aborda el razonamiento e intuición moral; otro metacognitivo, centrado en funciones ejecutivas; y un tercer nivel orientado a la autorregulación mediante la activación de afectos positivos y negativos durante la toma de decisiones éticas.
La implementación se llevó a cabo en universidades del norte y sur del país, con la participación de alrededor de 200 estudiantes mayoritariamente de la carrera de Psicología. Los resultados fueron significativos: los estudiantes de tercer y quinto año mostraron una mayor disposición hacia la ética del trabajo, lo que indica que los niveles intermedios y finales de formación son el contexto más adecuado para aplicar este tipo de programas.
La primera etapa de esta investigación, desarrollada en colaboración con académicos de las universidades de Antofagasta y Católica del Maule, fue publicada en la revista de acceso abierto Journal of Intelligence (https://www.mdpi.com/2079-3200/13/2/20)
Innovación digital al servicio de la ética
Un elemento distintivo del estudio es su carácter multidisciplinario. Para acercar a los estudiantes a situaciones éticas reales, se desarrollaron animaciones digitales a partir de dilemas profesionales obtenidos mediante grupos focales. En estas sesiones, los participantes compartieron experiencias personales o de compañeros relacionados con conflictos éticos vividos durante su formación.
A partir de estos relatos, se construyeron guiones que fueron llevados al formato audiovisual mediante técnicas de animación digital. Estos materiales, luego, se integraron al programa de intervención, que contempló cuatro sesiones en total, al final de las cuales los estudiantes visualizaron un dilema ético animado.
“El uso de realidad aumentada permite simular de manera más realista los conflictos éticos, facilitando que los estudiantes experimenten estos escenarios y desarrollen respuestas más conscientes y autónomas”, explica Vergara.
Además, el académico destaca que este enfoque permite trabajar una dificultad común en la formación profesional: la toma de decisiones. “Es algo que hemos observado con distintos colegas: enfrentar decisiones frente a conflictos éticos les genera mucha incomodidad a los estudiantes. Entonces la idea es someterlos a estas experiencias, para que vayan anticipando lo que van a vivir en su ejercicio profesional”.
Un aporte transformador
Vergara, explica que más que establecer normas sobre lo que se debe o no hacer, la propuesta formativa busca fortalecer la autonomía ética de los estudiantes, entregándoles herramientas para enfrentar con responsabilidad y criterio los desafíos propios de su profesión.
La investigación no solo aporta al desarrollo ético profesional, sino que también representa una innovación didáctica relevante, al integrar tecnologías emergentes para favorecer aprendizajes significativos en contextos complejos.
Proyección internacional y nuevos desafíos
Como parte de la internacionalización del proyecto, Jorge Vergara realizó una pasantía académica en la Universidad de los Andes, en Colombia, donde presentó los resultados de esta investigación a estudiantes de Psicología. La experiencia permitió constatar que los dilemas éticos diseñados funcionan también en el contexto colombiano, lo que ha abierto oportunidades para la transferencia tecnológica del programa.
Además, se acordó el desarrollo conjunto de una nueva línea de investigación centrada en el uso de realidad virtual para analizar las respuestas fisiológicas de los estudiantes ante la resolución de dilemas éticos, proyecto que se llevará a cabo en instituciones de Educación Superior de Chile y Colombia.