- Cristóbal Eyzaguirre, primer chileno estudiando un doctorado en IA en esa Universidad, y el más joven de su clase explicó cómo esta tecnología está transformando el panorama educativo global.
Universidad de Las Américas, Sede Concepción, dio inicio a su año académico 2024 con la charla magistral “Inteligencia Artificial (IA) y experiencia universitaria” en la cual abordaron los desafíos y oportunidades de la IA en la educación, y cómo dicha tecnología pilar de la cuarta revolución industrial está transformando el panorama en la formación universitaria global.
La conferencia fue dictada por el ingeniero en computación e informática Cristóbal Eyzaguirre, el único chileno que actualmente cursa el doctorado en inteligencia artificial de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos. Se trata de un programa líder en esta disciplina en el mundo, que publicó uno de los más importantes estudios en la materia y es foco de las compañías referencia del sector tecnológico para el reclutamiento de especialistas.
La jornada fue la primera de un ciclo de actividades organizadas por distintas sedes y facultades de la UDLA que permitirán reflexionar sobre los desafíos y oportunidades de la IA para el aprendizaje de la educación superior.
“El comienzo de un nuevo año académico nos enfrenta a desafíos. Hemos celebrado el logro de la acreditación por 5 años y también accedimos a la gratuidad, producto de años de progreso en gestión y enseñanza. Estos hitos nos han permitido dar la bienvenida a un gran número de estudiantes en nuestras carreras. Sin embargo, este año además nos enfrentamos al desafío de integrar la inteligencia artificial en la educación. Como universidad, nuestro objetivo es formar profesionales preparados para enfrentar un mundo laboral en constante evolución. La IA puede ser una valiosa herramienta para ello, automatizando tareas complejas y permitiendo a los profesionales desarrollar habilidades adaptativas. Sin embargo, queda por determinar hasta dónde llegará este avance y qué implicaciones tendrá para nosotros. Aunque las máquinas pueden pensar y realizar muchas funciones de manera autónoma, nuestras emociones y sentimientos siguen siendo exclusivamente humanos”, dijo la Vicerrectora de la Sede Concepción de UDLA, Paz Hormazábal.
Según la UNESCO, la Inteligencia Artificial proporciona el potencial necesario para abordar algunos de los desafíos mayores de la educación actual, innovar las prácticas de enseñanza y aprendizaje y acelerar el progreso para la consecución del ODS 4: Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje.
En esta línea, Cristóbal Eyzaguirre indagó en la evolución del campo y la sofisticación cada vez mayor que han alcanzado los modelos que dan vida a plataformas como ChatGPT. “Hoy tenemos ideas más precisas de lo que es capaz de hacer la IA”, señaló el ingeniero nacional, quien destacó que la percepción sobre esta tecnología ha migrado en los últimos años desde una visión más cercana a la ciencia ficción hasta una comprensión más benigna, gracias a las experiencias de las y los usuarios en sus vidas cotidianas.
La jornada –que se realizó en el auditorio El Boldal del Campus Concepción de la UDLA– fue presenciada por autoridades académicas, docentes, egresados y estudiantes de Universidad de Las Américas, además de autoridades y representantes del mundo público y privado de la Región del Biobío. Entre los asistentes figuraba la Rectora de UDLA, Pilar Romaguera, quien se conectó de manera virtual, y la seremi de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación la macrozona centro-sur (que abarca las regiones de O’Higgins, Maule, Ñuble y Biobío), Sofía Valenzuela, quien se refirió a la relevancia de la IA respecto al papel cada vez más significativo que está teniendo en la educación.
La Secretaria Ministerial señaló que existe más del 50% de los estudiantes utilizando esta herramienta según diversos estudios, lo cual plantea interrogantes importantes sobre cómo se debería enseñar y qué aspectos del aprendizaje deberían evaluar en la actualidad. “Si antiguamente era conocimiento, hoy en día vamos a tener que ir apuntando más a recuperar el pensamiento crítico y otras habilidades porque hay que asumir que la inteligencia artificial está presente, nos puede ayudar a enseñar y también a aprender, pero estamos en un proceso de transición en el cual vamos a tener que reevaluar nuestro modelo de educación y de enseñanza”.
Su camino a Stanford
Cristóbal Eyzaguirre es uno de los tres chilenos que estudia actualmente en las principales universidades líderes de Estados Unidos especialidades ligadas a la inteligencia artificial y el primero en Stanford. Su camino para llegar a la frontera del conocimiento partió con el diseño de dos herramientas de programación básica en su formación de pregrado: un horario personalizado y un videojuego.
El proyecto de un horario personalizado terminó siendo una plataforma con más de 3 mil usuarios, mientras que el trabajo para un videojuego le permitió realizar dos publicaciones científicas. Ambas experiencias fueron determinantes para posteriormente hacer una pasantía en Google y luego ser aceptado en el programa de doctorado de Stanford.
“En el contexto de la experiencia universitaria en IA, las lecciones que debemos sacar es permitirse investigar, tener tiempo de estar buscando nuevas ideas, y que pueden concretar en investigaciones que pueden ser leídas por millones de personas en el mundo, lo que abre muchas puertas”, comentó el ingeniero formado en la Universidad Católica.
IA en educación
La charla magistral abordó cómo las tecnologías de frontera están modificando el panorama de la educación en el mundo y el interés que hay por explorar sus aplicaciones: como referencia, solo en Google, la búsqueda de herramientas educacionales basadas en inteligencia artificial supera los seis millones de resultados.
Para Eyzaguirre, si bien el auge de los nuevos desarrollos tiene beneficios y riesgos, hay un claro impacto en mejorar el acceso y la calidad del aprendizaje, permitiendo a los docentes concentrarse en tareas de mayor complejidad y a que los estudiantes potencien su experiencia en un proceso más interactivo e interesante.
“La incorporación de la tecnología, por ejemplo, va a permitir que se diseñen planes de estudios adaptados a necesidades específicas para cada alumno, especialmente personas en situación de discapacidad, lo que abre puertas a muchas personas que no tenían oportunidades de estudiar al mismo nivel (…) o reducir el tiempo en que los profesores destinan a actividades de bajo impacto por otras de alto impacto”, comentó.
Equipo Prensa
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