El aumento de licencias médicas y problemas de convivencia escolar han encendido las alarmas en las comunidades educativas. Según un estudio de Elige Educar, se proyecta un déficit de 26 mil docentes y 7 mil educadoras de párvulos a 2026, algo que ya se está vivenciando en colegios y jardines infantiles.
El 10% de los profesores que entran al sistema educativo desertan al primer año de ejercicio, según reveló un reciente estudio de Elige Educar, quienes a su vez proyectan un déficit de 26 mil docentes y 7 mil educadoras de párvulos a 2026.
Se trata de una realidad que tanto escuelas como jardines infantiles “ya están vivenciando mediante la ausencia de postulantes interesados para completar sus vacantes”, señala Bernardita Yuraszeck, directora ejecutiva de la Fundación Impulso Docente.
Si a esto se suma el aumento de licencias médicas y los problemas de convivencia, buscar mecanismos para apoyar y contener a los educadores es crítico.
Uno de estos mecanismos es la mentoría y el acompañamiento, que consiste en que maestros con más experiencia se forman como mentores para acompañar a quienes ingresan por primera vez al aula. Esta ha demostrado ser una política educativa efectiva y con muchos beneficios para las comunidades educativas, no obstante, según evidencia recogida por Impulso Docente, falta que se generen mejores condiciones para su correcta implementación.
En cuanto al avance de esta política, hoy más de 1.800 profesores y 500 educadoras de párvulos se han formado para ser mentores gracias a una beca del CPEIP. Por otra parte, hasta el año pasado tan solo 263 profesores y 16 educadoras de párvulos habían sido acompañados.
“La mentoría es uno de los caminos formales que, como país, decidimos potenciar desde la política pública hace algunos años. Lo que falta es generar un compromiso transversal entre el Estado, sostenedores, directores y docentes para priorizar su correcta implementación, es decir, que en las comunidades educativas existan espacios concretos para generar estas duplas de acompañamiento”, sostiene la directora ejecutiva de Impulso Docente.
Agrega que “todos estamos llamados a contribuir para que esta política pública, que es valorada por los docentes y educadoras, permita a ayudar a atajar un problema que puede seguir creciendo, como es la falta de profesores”.
En esa línea, tras una investigación en jardines infantiles y salas cunas, la cual será presentada el próximo jueves 24 de noviembre en el seminario virtual y abierto “Mentoría en Educación Parvularia: desafíos y oportunidades” (organizado por las fundaciones Impulso Docente, Educacional Seminarium y Liguria), se identificaron algunos puntos ciegos que requieren ser abordados para avanzar en su implementación.
“Algunos de ellos son la disposición de tiempos y espacios específicos para el acompañamiento y prácticas colaborativas, el involucramiento directo de las directoras y que esta política esté alineada a otras ya existentes, como el Plan de Formación Local”, detalla Yuraszeck.
El seminario –cuyas inscripciones están abiertas– contará con las exposiciones de Francisca Jara, psicóloga y jefa de Programas de Impulso Docente, y el profesor estadounidense David Wakefield, fundador y CEO de la plataforma de retroalimentación en línea Sibme, la cual es implementada en más de 1.000 colegios de diversos países, entre ellos Chile, para el acompañamiento docente.
“La mentoría y el acompañamiento bien implementados pueden ayudar a que los profesores permanezcan en el sistema. La evidencia es consistente en que genera impactos significativos, mejorando el bienestar y compromiso de profesores, profesoras y educadoras de párvulos, junto con propiciar la estabilidad organizacional y mejorar los aprendizajes de estudiantes”, dice Yuraszeck.
Equipo Prensa
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