Alex Cabrera, CEO Prevsis
La productividad, como concepto, y sus indicadores han sido ampliamente debatidos en cuanto a su significado y la forma en cómo se pueden medir. Sin embargo, hoy estamos en un punto de inflexión donde el próximo paso de la productividad se relaciona con iniciativas tecnológicas, como la inteligencia artificial (IA) y la sostenibilidad, incluyendo la seguridad y bienestar de las personas.
El Foro Económico Mundial sobre el Futuro de los Empleos de 2023 abordó la frontera entre los humanos y las máquinas en el contexto laboral. En este, se tomaron puntos relevantes como las actividades o tareas relacionadas con el procesamiento de información y datos, que cada vez más se automatizan, transformando así los parámetros y mediciones de productividad, creando nuevas formas de ser competitivo en las organizaciones, transformando las habilidades y conocimiento necesario para desempeñar actividades futuras.
El informe indica que la proporción de tareas automatizadas se ha extendido más allá de lo que las empresas podrían haber anticipado, impulsadas también por algunos factores importantes como la pandemia y la necesidad de revisar todos los sistemas informáticos en las empresas e instituciones. Se estima que el 34% de todas las tareas relacionadas con los negocios son realizadas por máquinas y el 66% restante por humanos.
Sin embargo, las expectativas empresariales apuntan a que casi la mitad de las tareas serían automatizadas, lo que refleja que la visión de automatizar las labores, más bien, está siendo utilizada para aumentar y mejorar el desempeño humano en vez de automatizar totalmente, por lo que la predicción de que la automatización a futuro sería mayor se ha ajustado un 5% comparado a lo previsto en 2020.
La infaltable IA
En muchas esferas, se comenta que este año será de importancia para demostrar el uso real de la IA, debido a que muchos proyectos y desarrollos tecnológicos, al igual que servicios basados en ciencia de datos, sólo se han llevado a cabo como pilotos. Entre estos, se encuentra en evaluación la IA generativa, la cual podría cambiar la composición de las tareas automatizables hasta el 2027. Según un estudio global de McKinsey, se predice que sólo en América Latina la IA generará más de 13 trillones de dólares al 2030, aumentando el PIB un 5% en virtud de estas nuevas tecnologías.
No obstante, la productividad puede verse afectada por accidentes laborales o incidentes operacionales no planificados, producto de algún problema subyacente, como una planificación inadecuada. Aquí, la capacitación de nuevas competencias es clave, así como la adecuada investigación de las causas para evitar la reiteración seguir.
Para mejorar la productividad es fundamental no solo reportar eventos, sino también, con ayuda de la IA, evaluarlos. De tal manera que se puedan reformular los factores que contribuyen a este tipo de interferencias, que por cierto también impactan los indicadores de sostenibilidad en las organizaciones.
En efecto, es importante comprender que llevar una empresa de manera sostenible siempre tiene beneficios en la productividad. Cada uno de los ejes de los marcos de sostenibilidad, a los cuales se enfoca la mejora continua de la organización, debe tener una asociación directa y un uso de la información e indicadores de sostenibilidad asociados a la productividad. Así se pueden encontrar los resultados y las causas subyacentes a la disminución de la eficacia en la operación.
Por último, en términos de mejora en la productividad, las empresas hoy más que nunca deben estar abiertas a utilizar herramientas que permitan hacer que las personas sean más eficientes en sus labores, manteniendo una gobernanza de datos, una mejora continua y una capacitación permanente.
Equipo Prensa
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