Durante agosto se publicó en el Diario Oficial la resolución que implementa el Plan de Acción de la Política Nacional de Ciberseguridad 2023-2028, un hito que marca el rumbo del país hacia un entorno digital más seguro y preparado para los desafíos tecnológicos que ya están aquí. Esta hoja de ruta, aprobada por una unanimidad por el Comité Interministerial de Ciberseguridad, no solo establece medidas claras y responsables definidos, también, reconoce la urgencia de formar capital humano especializado que pueda sostener y hacer crecer este nuevo ecosistema de seguridad digital.
En un mundo hiperconectado, la ciberseguridad dejó de ser un tema exclusivo de expertos TIC para convertirse en una competencia esencial en todos los sectores productivos. Las 15 medidas priorizadas por el plan -que incluyen becas en materias de ciberseguridad, investigación, metodologías de evaluación de riesgos, manuales de respuestas ante incidentes y ferias estudiantiles- apuntan a un objetivo común, el acceso al conocimiento y a herramientas necesarias para proteger la infraestructura digital del país.
En este contexto, las instituciones de educación superior técnico-profesional tenemos una responsabilidad ineludible. En el Instituto Profesional San Sebastián, entendemos que la formación de nuestros estudiantes en áreas como redes, ciberseguridad y administración de tecnologías no puede limitarse a la teoría. Es necesario vincularlos con escenarios reales de prevención, detención y respuesta ante incidentes, integrando estándares internacionales y fomentando habilidades prácticas desde el aula.
Esto implica trabajar en frentes como la actualización constante de los programas de estudio, incorporando contenidos alineados con las nuevas normativas y tendencias de ciberseguridad, fortalecer las competencias de nuestros docentes y generar mayores alianzas con la industria, organismos públicos y redes internacionales, para que nuestros estudiantes se expongan a casos reales.
El Plan Nacional de Ciberseguridad 2023-2028 nos da un marco, pero el verdadero impacto dependerá de cómo cada actor – Estado, empresas, academia, sociedad- asuma su rol. Desde la educación técnico-profesional podemos ser catalizadores de este cambio, formando no solo técnicos y profesionales competentes, sino guardianes digitales capaces de anticipar amenazas, proteger datos y garantizar la continuidad de servicios críticos.
Chile está frente a una oportunidad única, transformar la ciberseguridad en un motor de desarrollo y confianza digital. El desafío es grande, pero el compromiso y la colaboración pueden convertirlo en una historia de éxito. Desde las aulas y talleres de Instituto Profesional San Sebastián ya estamos trabajando para que los profesionales del mañana no solo conozcan las reglas del juego digital, también, que sean protagonistas en escribirlas.
Sebastián Otazo Muñoz, Director Sectorial de Tecnología
Instituto Profesional San Sebastián