Este evento se rige por factores como el perihelio –cuando la tierra está más cerca del sol- lo que ocurrirá el 4 de enero de 2025.
Tradicionalmente el 31 de diciembre -el último día del calendario gregoriano que ha regido en Occidente desde 1582- se celebra el Año Nuevo, cumpliendo el patrón de 365 días o 366 para años bisiestos, como lo fue 2024. Este tiempo «estimado» es el que tarda la Tierra en darle la vuelta al sol, pero lo que marcaría el inicio de un nuevo año es una convención social para la astronomía.
De esta forma, para la ciencia el comienzo del nuevo año se rige por otros factores, el primero es el perihelio y el otro es el equinoccio de primavera. El perihelio corresponde a un concepto que indica cuándo la Tierra está más cerca del sol en su órbita. ¿Y qué día ocurriría esto?, de acuerdo a Natalia Inostroza, directora del núcleo de Astroquímica y Astrofísica de la Universidad Autónoma, «este evento va a ser el 4 de enero del 2025, es decir está desfasado con este año nuevo que nosotros celebramos el primer día del año”.
El siguiente hito importante es el equinoccio de primavera (de otoño para el hemisferio sur), que es justamente cuando el día y la noche tienen la misma duración y en el hemisferio norte indica la primavera, y esto es alrededor del 20 o 21 de marzo, lo que se considerada como el «Nuevo año astronómico”, marcado por los fenómenos planetarios que derivan en las diferentes estaciones.
Inostroza agrega que los astrónomos han tratado de calcular con precisión a través de los siglos el tiempo que tarda la Tierra en darle una vuelta al sol, pero se enfrentan a la problemática que la duración de los años nunca es igual debido a que en el sistema solar todo cambia, por ejemplo, mientras la Tierra se mueve alrededor del sol, el perihelio cambia como resultado de la acción gravitatoria de otros planetas.
Es importante señalar, según la académica, que el inicio del año puede estar también marcado por factores culturales, por ejemplo, el solsticio de invierno que ocurre, más o menos, la semana del 20 de diciembre para el hemisferio norte. Eso también podría considerarse como un nuevo año astronómico en algunos lugares del mundo. En otro contexto, el 20 de marzo, el equinoccio, también se entiende como el nuevo año astronómico, y así son diferentes miradas de acuerdo a la región y al contexto cultural.
Equipo Prensa
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