8 de julio de 2025

La estudiante del Colegio Mayor de Peñalolén participará del Campeonato Mundial USKA 2025, que se realizará entre el 10 y el 12 de julio en Phoenix, Arizona (EE. UU.). “Quiero ganar el primer lugar”, dice ella. 

Con solo 10 años, Camila Pérez ya sabe lo que significa fijarse una meta, trabajar por ella y alcanzarla. Estudiante del Colegio Mayor de Peñalolén y cinturón verde en Kung Fu, la joven atleta será parte de la delegación que representará a Chile en el Campeonato Mundial USKA 2025, prestigioso torneo internacional de artes marciales que se realizará entre el 10 y el 12 de julio en Phoenix, Arizona (EE. UU.). Participar en este evento era un sueño que ella misma se propuso cumplir.

“A los nueve decidí que iría al mundial a los diez, sí o sí. Y lo logré”, afirma Camila. Desde 2020 entrena en la escuela Wai Kung Pa’i, donde fue formada por el maestro Mauricio Farías e inspirada por su padre, Cristián Pérez, también instructor de Kung Fu. Allí nació su pasión por esta disciplina que combina técnica, constancia y filosofía.

“Ella tiene condiciones naturales para el deporte, pero lo que más destaco es su capacidad de superación y la madurez marcial que ha alcanzado”, señala su padre. “Hoy se siente profundamente conectada con el Kung Fu, y todo indica que seguirá desarrollándose por mucho tiempo en esta senda”.

Camila lo resume con claridad: “Es una disciplina que me ha enseñado a no rendirme, a luchar como una guerrera por lo que quiero”.

Ese compromiso ya ha dado frutos. En mayo de este año, obtuvo el primer lugar en combate en el torneo abierto Tournament Pro Point, realizado en Santiago. En Arizona, buscará destacar en cinco categorías: combate, formas con armas, formas manos libres, formas por equipo y defensa personal.

Su madre, Edith Barra, destaca tanto su talento como su entusiasmo. “Tiene muchas condiciones, pero además disfruta mucho lo que hace. Es la primera vez que compite fuera de Chile y tenemos muchas esperanzas en ella. Es una niña alegre, dinámica, que ama los animales y quiere ser veterinaria cuando grande”, señala.

La familia vive en Peñalolén, donde han encontrado un aliado clave en el entorno escolar de Camila. “El colegio ha sido un gran apoyo. Tiene un fuerte enfoque deportivo, lo que ha hecho posible que este viaje internacional no afecte su rendimiento escolar”, explica la madre.

Además del Kung Fu, Camila participa en la selección de atletismo del colegio y ha practicado vóleibol. Sin embargo, hoy su energía está completamente enfocada en las artes marciales: entrena tres veces por semana, en intensas sesiones que van desde las 19:30 hasta las 22:30 horas.

El Kung Fu es una antigua disciplina marcial de origen chino que abarca una amplia variedad de estilos y técnicas. Más allá del combate, se enfoca en el desarrollo integral del practicante, combinando movimientos físicos precisos con principios como la concentración, el equilibrio y el respeto. Hoy, es practicado por millones de personas en todo el mundo, tanto con fines deportivos como formativos.

Camila lo vive a fondo. Y sueña en grande. “Quiero ganar el primer lugar en formas y combate. Ser campeona mundial”, asegura ella, convencida de que, con trabajo, todo es posible.

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Equipo Prensa
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