Por: Milena Schublin, Experta en Educación, Magíster en Gestión y Dirección. Presidenta Metropolitana FIDE.
Desde las australes tierras del sur de Chile, específicamente desde la ciudad de Puerto Varas, emerge un relato inspirador de liderazgo y visión educativa. La pequeña localidad, conocida por sus paisajes pintorescos y su tranquilidad, alberga un colegio cuyo nombre evoca la belleza del lugar: Colegio Puerto Varas. Su director, Cristóbal García, junto con su equipo directivo, docente y su coordinadora de innovación, han conseguido algo que va más allá de la educación tradicional: un liderazgo que se refleja en la sonrisa de sus profesores y en la curiosidad insaciable de sus estudiantes, permitiendo ambientes de convivencia y aprendizaje sanos y dignos de ejemplo, para las comunidades educativas.
El liderazgo de este equipo y su visión no sólo se limita a las cuatro paredes de una sala de clases, sino que trasciende fronteras. El equipo directivo ha emprendido un viaje de conocimiento y crecimiento profesional, se han capacitado en competencias de liderazgo con la prestigiosa Universidad de Harvard. Más aún, han gestionado redes de colaboración con España, para empaparse de las metodologías innovadoras propuestas por Montserrat Del Pozo, una referente en transformación educativa.
No obstante, lo que hace única a esta institución no es solo su búsqueda de la excelencia pedagógica o su compromiso con la innovación, sino también su enfoque en los valores cristianos. Es un colegio que, en medio de la vorágine del cambio y la modernización, no ha perdido el norte de sus principios. Los valores se viven y se respiran en cada proyecto, en cada actividad, impregnando la cultura escolar y formando a jóvenes no sólo competentes sino también conscientes y comprometidos con su comunidad y el mundo.
La gestión educativa, es un reflejo de una visión donde la curiosidad y el espíritu de indagación son el motor que impulsa la mejora continua de sus procesos y el enriquecimiento de su propuesta educativa. En una época en que el conocimiento está al alcance de un clic, es fundamental fomentar la capacidad de asombrarse, de preguntar, de sentir y de explorar.
El liderazgo efectivo es aquel que se ve en los resultados, en los ojos inquisitivos de los estudiantes y en la actitud abierta y dispuesta de los profesores. Este Colegio es un faro de luz en el ámbito educativo, demostrando que, con una dirección acertada y una visión clara, el aprendizaje puede ser una aventura emocionante y significativa.
Mi visita a este colegio fue experiencia y testimonio de cómo la anticipación de experiencias reales y la evaluación cualitativa pueden enriquecer los procesos educativos. Esta columna busca transmitir y ser una inspiración para que otras instituciones educativas se atrevan a soñar y a implementar cambios que preparen a los jóvenes para los desafíos del mañana. Todo esto, independientemente de los recursos y de las dificultades que puedan existir. Siempre se puede alcanzar grandes sueños. ¿Nos atrevemos?
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