- Escrito y dirigido por el cineasta chileno Martín Seeger, el cortometraje se alzó este fin de semana con el Gran Prix en el Tampere Film Festival, que se celebra cada año desde 1969 en la ciudad finlandesa y que está considerado uno de los certámenes de cortos más importantes del mundo.
El jurado del festival, en el que compitieron 123 cortometrajes de 60 países, otorgó a “El Canon” su máximo galardón “por la original e inesperada aproximación al tema del colonialismo” y destacó que “el cineasta juega con la idea de nuestra relación con el otro de una forma muy sarcástica pero profundamente conmovedora”.
“El Canon” cuenta la historia de Jean, un migrante haitiano en Chile, que es valorado en todos los trabajos en los que se desempeña: es un obrero ejemplar y un modelo de belleza clásica en una escuela de arte. En el sistema de salud pública, también es un paciente prototípico. Su cuerpo representa todos los valores clásicos de la Academia. Sin embargo, en el anonimato de su existencia, es también un canon de la marginalidad.
“Jean está ahí para ser contemplado y analizado, pero a nadie le interesa su realidad, sólo importa como objeto, como fascinación conceptual. Es admirado en todas sus facetas, pero es un personaje sin voz, que ni siquiera habla en el corto porque no es más que un cuerpo útil para otros“, dice el guionista y director Martin Seeger (Santiago, 1983), quien ha mostrado el cortometraje en festivales internacionales como el de Guadalajara, La Habana, Buenos Aires, Biarritz o Toulouse.
Protagonizado por el actor y modelo Camilus Berdouay (Verrettes, 1992) y de 20 minutos de duración, el cortometraje es una historia de varias capas, que combina crudeza con tintes de humor seco e invita a reflexionar gracias a una puesta en escena distante, que deshumaniza aún más al protagonista y aleja al espectador de su realidad.
“El corto tiene muchos referentes nórdicos. Que el jurado y el público de Tampere hayan valorado el uso de esta estética para abordar una realidad latinoamericana, me demuestra que la apuesta formal funcionó”, apunta Seeger, que también dirigió “Piotr: Una mala traducción” (2011) y actualmente produce el documental “Ventanas” y la ficción “El hombre sin marco”.
En Chile viven cerca de 190.000 haitianos, lo que coloca al país caribeño como el cuarto país con más migrantes después de Venezuela, Perú y Colombia, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). El grueso de los migrantes haitinos llegó huyendo de la desolación que dejó el terremoto de 2010 en Haití. Las grandes dificultades para regularizar su situación migratoria y las barreras idiomáticas y culturales, sumado a los precarios trabajos a los que acceden, han dificultado enormemente su integración, hasta el punto de que muchos en los últimos años se están yendo de Chile.
“Me sentí muy reflejado en el personaje de Jean, su historia encaja con lo que he vivido en Chile. He tenido trabajos muy duros, he pasado por cosas difíciles que la mayoría no entiende y que nadie tendría que vivir”, añade el protagonista, Camilus Berdouay.