El Día de las y los Profesores es una oportunidad para reflexionar sobre el papel crucial que desempeñan los educadores en el desarrollo de las futuras generaciones. Sin embargo, es esencial recordar que la efectividad de un docente no solo radica en su vocación, sino también en la calidad de su formación y el acompañamiento que recibe, especialmente durante sus primeros años en la profesión.
Las y los profesores son el corazón del aprendizaje. Su influencia va más allá de la transmisión de conocimientos; son guías, mentores y, en muchos casos, modelos a seguir. La relación que establecen con sus alumnas y alumnos puede marcar la diferencia entre un estudiante que se siente motivado a aprender y otro que se siente perdido. Sin embargo, para que un educador pueda ejercer esta influencia de manera efectiva, necesita contar con las herramientas adecuadas.
La formación inicial es fundamental. Los programas de formación docente deben ser rigurosos, integrando no solo la teoría educativa, sino también la práctica en el aula. La pedagogía moderna exige que los educadores sean capaces de adaptarse a un mundo en constante cambio, donde las tecnologías y los métodos de enseñanza evolucionan a un ritmo acelerado. Sin un acompañamiento sólido durante esta etapa formativa, muchas y muchos se sienten abrumados y desorientados.
La importancia del acompañamiento se hace aún más evidente durante los primeros años de ejercicio profesional, que suelen ser los más desafiantes. Las y los nuevos profesores, a menudo, se enfrentan a situaciones imprevistas que requieren un manejo adecuado de la dinámica del aula y la gestión emocional de sus estudiantes. Un sistema de mentoría bien estructurado, como el que promueve Enseña Chile, puede ofrecerles el apoyo necesario, brindando orientación y compartiendo experiencias que faciliten su adaptación y crecimiento profesional.
Además, invertir en la formación y el acompañamiento de los docentes no solo beneficia a los educadores, sino que también se traduce en un aprendizaje más significativo para los estudiantes. Cuando los profesores se sienten seguros y respaldados, pueden crear un ambiente de aprendizaje más enriquecedor y estimulante. La motivación y el compromiso de los alumnos aumentan cuando sienten que están siendo guiados por profesionales bien preparados.
Por tanto, en este Día de las y los Profesores, hagamos un llamado a la reflexión: la calidad de la educación que ofrecemos depende en gran medida de la calidad de nuestros educadores. No solo celebremos su labor, sino que también apoyemos su formación y desarrollo continuo. Solo así podremos garantizar que las futuras generaciones reciban la educación que merecen y que nuestras y nuestros docentes puedan ejercer su vocación con pasión y eficacia.
Gabriela del Pozo
Directora de Enseña Chile en Región Metropolitana
Equipo Prensa
Portal Educa