La obra de Petruzzi, reconocida como Marca Chile, representa una nueva voz latinoamericana del arte contemporáneo global, cargado de brillo y colores.
Desde los trazos oníricos de Roberto Matta en el surrealismo europeo, hasta el arte político de Alfredo Jaar, los artistas nacionales han dejado en alto el nombre de Chile fuera de nuestras fronteras. A esas figuras de prestigio internacional, se suma ahora Petruzzi (Eduardo Flores Castillo), que acaba de firmar un contrato de representación de un año con la galería más prestigiosa de Dubái.
“Akneye” ha acogido a artistas de todo el mundo, consolidando su camino creativo que entrelaza la identidad latinoamericana con la estética internacional contemporánea. Petruzzi, que cuenta con el respaldo “Marca Chile”, será el único artista nacional representado por la reconocida galería de Emiratos Árabes.
“Para empezar haremos dos ojos de 50 cm de alto x 70 cm de ancho. Se pintarán cuatro diseños aprobados por la curadora de la galería”, detalla Petruzzi, orgulloso haber firmado con la misma galería que representa a figuras como Sacha Jafri y Alec Monopoly.
¿Quién es este joven talento que saltó de Sudamérica a Medio Oriente? Un chileno cuyo trabajo ha evolucionado desde una mirada experimental hacia una narrativa visual que cruza lenguajes y disciplinas. ¿Qué busca transmitir? “Momentos felices, alegría, amor, tranquilidad, paz. Trato de alegrar un espacio”, sostiene Petruzzi.
En las pinturas e ilustraciones digitales del artista nacional, los animales tienen un papel protagónico. “Siento que el animal es súper puro: no te va a criticar, no te va a juzgar, te va a entregar su amor y su nobleza”, afirma.
En tanto, el uso del color que hace Petruzzi evoca el estilo del ícono del pop Andy Warhol, pero también el simbolismo de Jean-Michel Basquiat. “Lo que me interesa es mostrar la belleza donde nadie más la ve. Que algo parezca brillante y sofisticado, aún cuando tenga una fisura, por ejemplo, porque eso emociona”, explica el pintor nacional, que ha trabajado para marcas como Ronson, Sharpie y Metro.
Nacido en Santiago (1997), autodidacta y formado en diversas escuelas de diseño, Petruzzi ha construido una plataforma estética que trasciende el lienzo. Fuertemente conectado con las nuevas audiencias, el joven artista supera los 11 mil seguidores en redes sociales, quizá por su estilo único, provocador y poético a la vez: “No se trata de mostrar lo que esperan ver, sino quién soy”, concluye.