Por estos días, la palabra “transparencia” vuelve a ocupar titulares y conversaciones cotidianas. El reciente informe de la Contraloría General de la República, que reveló que más de 25.000 funcionarios públicos viajaron al extranjero mientras se encontraban con licencias médicas, generó un profundo malestar ciudadano. Este caso, como tantos otros, ha reactivado el debate sobre la ética pública y la necesidad de contar con sistemas más claros, trazables y eficientes.
Y aunque muchos asocian la transparencia con altos cargos, convenios o escándalos políticos, lo cierto es que su valor también se pone a prueba en los procesos cotidianos. La educación superior no es la excepción.
Durante años, titularse ha sido una de las etapas más esperadas por cualquier estudiante… y, paradójicamente, una de las más burocráticas. Reunir documentos, recorrer oficinas, firmar papeles, verificar requisitos con diferentes unidades. Todo esto podría tomar meses, generar incertidumbre y transformar una etapa de cierre y celebración en un proceso estresante y opaco.
Identificar los problemas, pero también la oportunidad de enfrentarlos con innovación y tecnología, es lo que hemos hecho desde el Centro Tecnológico de la Universidad de Chile. Soluciones como el sistema de títulos y grados, una herramienta creada para centralizar,automatizar y transparentar este proceso clave. A modo de ejemplo, desde su implementación en la Universidad de Chile —inicialmente en 6 de sus 16 facultades—, se han tramitado 495 expedientes entre diciembre de 2024 y junio de 2025, lo que demuestra su efectividad y potencial de impacto.
Hoy, gracias a este sistema, los estudiantes pueden revisar en línea el estado de su proceso de titulación, recibir alertas si tienen requisitos pendientes (como libros sin devolver en la biblioteca) y, en definitiva, avanzar con claridad y control sobre sus propios datos.
No se trata solo de ahorrar tiempo. Se trata de construir confianza. De que cada estudiante sepa exactamente en qué paso está, qué necesita, qué le falta y qué ya cumplió. Y de que las instituciones puedan tomar decisiones con datos confiables y trazables.
La digitalización de la titulación no es un simple avance tecnológico. Es una declaración de principios. En un país donde la ciudadanía exige mayor transparencia, la educación debe liderar con el ejemplo. Porque construir un Estado moderno no se trata únicamente de grandes reformas, sino también de pequeñas transformaciones que cambian la experiencia cotidiana de las personas.
Víctor Hernández,
Subdirector del Centro Tecnológico Ucampus de la Universidad de Chile