- Se acerca un nuevo Día del Niño, una fecha marcada por panoramas y regalos, y en que los videojuegos muchas veces son el plato fuerte de la celebración. Todo en exceso es perjudicial, pero si es utilizado correctamente, el gaming también posee atributos que ayudan al desarrollo cognitivo de los niños.
Santiago, julio de 2025.- Muchas veces el Día del Niño se asocia directamente con regalos y/o panoramas asociados a videojuegos, lo que suele generar cierta resistencia en adultos, debido a diversos enfoques que abordan las consecuencias de jugar en exceso. Pero lo cierto es que el gaming también tiene beneficios.
Hay estudios que señalan que el uso limitado de videojuegos durante 2 horas o menos al día, posee beneficios para la convivencia y la socialización, entre otros. En tanto, otros análisis concluyen que el uso responsable promueve destrezas, mejora las habilidades sociales, potencia la función cognitiva, el bienestar emocional y la resolución de problemas, entre otros.
Por otra parte, académicos chilenos especializados en educación y formación de niños reconocen que existen diversos beneficios de los videojuegos, ya que éstos pueden ayudarles a desarrollar habilidades y establecer conexiones sociales, además de que muchos de los niños que juegan videojuegos a menudo son muy creativos.
La evolución de los videojuegos
Con el paso del tiempo, los videojuegos se van haciendo cada vez más complejos, muchas veces con tramas extensas y personajes muy bien desarrollados, con gráficos extremadamente realistas, permitiendo a los niños y jóvenes sumergirse en mundos imaginarios que los invitan a superarse, venciendo obstáculos y avanzando en distintos logros.
Y esta complejidad requiere sí o sí un buen hardware, como por ejemplo más memoria RAM y más espacio de almacenamiento, logrando que los sistemas logren la mejor performance, evitando cuellos de botella, que ocurren cuando uno de los componentes del hardware limita el rendimiento del resto del sistema, impidiendo que el videojuego alcance su máximo potencial, y lag, que consiste en retrasos entre la acción del jugador y la respuesta del juego.
En este contexto y si bien la nube y las membresías de las distintas consolas permiten almacenar partidas, para los jugadores tener suficiente espacio local también es fundamental. Resulta curioso cómo hasta hace poco tiempo 500GB solía ser suficiente. Pero conforme va aumentando el tamaño de los juegos, se requiere más almacenamiento para soportarlos.
Es por ello que Kingston ha dedicado parte de su experiencia a garantizar que los distintos sistemas para cargar videojuegos, sean consolas o PC, puedan lograr mayor performance gracias a componentes específicos, como memorias RAM y SSD.
Desde luego, debido a la alta especialización de los equipos, no se puede instalar cualquier SSD, ya que en ocasiones debe cumplir con ciertas especificaciones, y en ese caso PS5 requiere de un dispositivo NVMe M.2 PCIe Gen 4.0, que cumple con todos los requisitos.
“Los SSD internos como Kingston FURY Renegade para PS5, e incluso los externos, como el XS1000, y más recientemente los SSD con factor de forma 2230, ideales para algunas consolas portátiles, son la alternativa perfecta para optimizar tanto el rendimiento como el espacio de almacenamiento”, explica Francisco Silva, Country Manager Chile-Perú de Kingston Technology.
En este Día del Niño los videojuegos pueden ser una útil herramienta para ayudar a su desarrollo, siempre con un buen hardware y ante todo con un uso responsable y control parental permanente.