José Pedro Hernández Historiador y académico Universidad de Las Américas
¿Cuántas veces hemos escuchado o incluso dicho “se está dando vuelta la chaqueta”? En Chile es casi un clásico, una frase que usamos cuando alguien cambia de opinión de manera radical, ya sea en política, los deportes o incluso en conversaciones cotidianas. Pero ¿alguna vez nos hemos preguntado de dónde viene este extraño dicho?
Su origen no es tan liviano como parece. Esto debido a que surge en medio de uno de los capítulos más convulsos de nuestra historia: la Guerra Civil de 1891. En ese entonces, el presidente José Manuel Balmaceda se enfrentaba con el Congreso, en una pugna marcada por la desconfianza hacia la forma en que el mandatario llevaba las riendas del país y, sobre todo, por los gastos que su gobierno generaba. La tensión fue tanta que, cuando se negó la aprobación del presupuesto nacional, la confrontación escaló a tal nivel que rompió toda relación entre las partes.
Lo curioso es que este conflicto no fue solo de palabras, ya que el Ejército se cuadró con Balmaceda, mientras la Armada lo hizo con el Congreso. Dos instituciones que hoy vemos cohesionadas, entonces se miraban como rivales en el campo de batalla. Y ahí es donde aparece la conocida chaqueta. Cuando las tropas balmacedistas eran derrotadas, muchos soldados decidían, con la misma rapidez con la que uno se cambia de chaqueta para un evento, pasarse al bando contrario. La imagen fue tan potente y evidente que quedó inmortalizada como metáfora del oportunismo.
El desenlace ya lo sabemos, Balmaceda terminó derrotado y en un giro aún más dramático, se quitó la vida en la embajada de Argentina. Un final que contrasta con la liviandad con la que hoy usamos la expresión, como si se tratara solo de una pequeña traición futbolera (“ahora eres de Colo-Colo porque salió campeón”) o de un simple cambio de opinión en una sobremesa.
Vale la pena detenerse un segundo y pensarlo, detrás de ese dicho tan cotidiano hay soldados que, literalmente, se cambiaban de bando para salvar su vida o asegurar la victoria. Tal vez por eso el giro de la chaqueta nos suena tan gráfico y al mismo tiempo, tan común.
Así que, la próxima vez que escuchemos a alguien decir “te diste vuelta la chaqueta”, se debe recordar que no es solo un modismo pintoresco, sino un pedacito de nuestra historia, una guerra civil comprimida en una frase que, más de un siglo después, sigue viva en nuestro lenguaje y conversaciones diarias.