El SAG, la Superintendencia de Educación, INACH y el municipio de Cabo de Hornos presentaron sus retos. Los ministerios de Hacienda y Ciencia, abrieron un concurso público a través de ANID para buscar soluciones que integran la ciencia, la tecnología y la innovación. Tres de los cuatro desafíos públicos beneficiarán a la población que habita el territorio más austral del país.
El Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) y el Laboratorio de Gobierno, lanzaron este martes, en el Ex Congreso Nacional, la convocatoria Desafíos Públicos 2025, una iniciativa que invita a desarrollar soluciones creativas, innovadoras y basadas en ciencia y tecnología que den solución a problemáticas identificadas por algunos organismos públicos a lo largo del territorio nacional.
En esta versión del concurso son cuatro los desafíos que buscan respuestas. Estos van desde garantizar el acceso al agua de manera continua en zonas que experimentan el congelamiento; innovar en el tratamiento de las aguas residuales en el ecosistema polar; el diagnóstico del piojo masticador del ovino en zonas australes; y los mecanismos de retroalimentación para el buen uso de recursos públicos en educación. Tres de ellos se enfocan en problemas que afectan a la zona más austral del país.
Tal como en sus versiones previas, desarrolladas desde 2020, este concurso se ha llevado adelante a través del trabajo articulado del Ministerio de Ciencia, el Laboratorio de Gobierno y ANID.
Fueron más de 200 personas las que llegaron al Salón del Honor del Ex Congreso Nacional y las que se conectaron en línea a la transmisión para conocer con mayor detalle los retos planteados por las instituciones del Estado.
El subsecretario de Ciencia Tecnología, Conocimiento e Innovación, Cristian Cuevas, señaló que este gobierno “ha asumido el compromiso de integrar la ciencia y la tecnología como elementos centrales en la formulación de sus estrategias de políticas públicas, lo que ha acelerado y mejorado la articulación de distintas instituciones del Estado en torno a un propósito claramente definido como son los Desafíos Públicos”. “La convocatoria que presentamos es fruto del trabajo sostenido por organismos públicos que buscan respuesta a problemáticas que afectan a las personas y para eso, generamos un ambiente propicio con los emprendedores, innovadores, con la academia, con los centros de investigación, para encontrar soluciones. Esto es ejemplo de un Estado eficiente, con políticas públicas fundamentadas en evidencia y orientadas a ofrecer soluciones innovadoras. Tenemos un compromiso serio, transparente y equitativo con las chilenas y chilenos que confiaron en este proyecto y que esperan respuestas concretas a sus necesidades”, resaltó.
Para la directora nacional de ANID, Alejandra Pizarro, Desafíos Públicos es un espacio de encuentro para las instituciones del Estado que tienen necesidades, con el mundo de la investigación y el emprendimiento. “A la fecha, hemos trabajado con 22 instituciones públicas y financiado 88 proyectos en las primeras etapas. Se trata de iniciativas donde todos los actores interesados se involucran activamente en el diseño de las soluciones, identificando las respuestas más pertinentes a estas problemáticas; adaptadas y eficientes para el quehacer de cada organismo. Esto se logra sólo cuando el desarrollo científico tecnológico se construye desde el diálogo entre quienes identifican un problema y aquellos que tienen la capacidad de resolverlo”.
«Quiero destacar que la experiencia acumulada a través de Desafíos Públicos ha sido fundamental en la primera etapa de implementación de la Compra Pública de Innovación (CPI), particularmente en la aprobación de la primera Política de Compra Pública de Innovación, en diciembre pasado. Este avance fue posible gracias a un proceso de co-creación liderado por el Laboratorio de Gobierno y ChileCompra, en el que el Ministerio de Ciencia y ANID jugaron un rol especialmente valioso», dijo Orlando Rojas, director ejecutivo de Laboratorio de Gobierno.
El concurso estará abierto hasta el 9 de julio, a las 17:00 horas, y pueden participar emprendedores, centros de investigación, universidades y startups a través del sitio web de ANID. Se recibirán consultas a través de la plataforma Ayuda ANID.
El financiamiento máximo entregado por ANID para cada Desafío es de hasta $800 millones de pesos. Este monto se distribuye entre el total de proyectos adjudicados en cada Desafío, considerando todas las etapas que permitan materializar la solución que da respuesta al problema planteado.
Los postulantes deberán proponer productos, procesos o servicios innovadores o mejorados, sustentados en actividades de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i), que contribuyan a enfrentar los desafíos públicos definidos. Además, deberán demostrar el potencial de la solución para generar valor económico, social o ambiental, así como su viabilidad para ser escalada y mantenida en el tiempo. Se espera igualmente que incluyan estrategias para su implementación a gran escala, modelos de negocio y mecanismos de transferencia tecnológica que faciliten la adopción y validación de las tecnologías por parte de entidades públicas y privadas.
Los cuatro desafíos 2025
De la selección y diseño de los Desafíos Públicos 2025 participaron el Laboratorio de Gobierno, el Ministerio de Ciencia y ANID, junto a los equipos técnicos de las respectivas instituciones públicas. Cada una de las temáticas escogidas quedó plasmada en una Guía Técnica, donde se detalla su alcance, los resultados esperados, etapas y recursos.
El primer desafío de la versión 2025 de esta convocatoria, busca contar con un desarrollo tecnológico que les permitan garantizar agua potable continua ante el fenómeno de congelamiento de las cañerías en Puerto Williams y Puerto Toro, localidades que enfrentan bajas temperaturas sostenidas, que alcanzan incluso mínimas de -12.6 °C. La Ilustre Municipalidad de Cabo de Hornos, busca una solución efectiva, eficaz, escalable a otras zonas con climas extremos, y que brinde bienestar social, comunitario, económico y medioambiental a la población. Además, requiere que ésta sea accesible, resiliente, asequible, eficiente, autónoma, replicable y con impacto medioambiental positivo.
El segundo desafío tiene su sitio geográfico en la Antártica Chilena y pretende conseguir un sistema de aguas residuales que sea eficaz en condiciones extremas. La actual planta de tratamiento de aguas servidas de la Base Profesor Julio Escudero, del Instituto Antártico Chileno (INACH) en la Isla Rey Jorge, no fue diseñada para un ambiente polar, no cumple con la normativa, tampoco se adapta a la estacionalidad ni elimina contaminantes emergentes. La solución debe ser simple, versátil, autónoma y de bajo impacto ambiental, asegurando la eliminación eficiente de aguas grises y negras.
El tercer desafío corresponde al desarrollo de una solución tecnológica para el diagnóstico del piojo masticador del ovino (Bovicola/Damalinia ovis) en zonas australes de Chile. Se trata de un parásito, más conocido como piojo rojo, que causa la pérdida de lana, picazón y, en casos severos, descamación de la piel. Este desafío, presentado por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), busca fortalecer la capacidad de detección temprana de este parásito mediante una solución I+D que pueda ser implementada en condiciones reales del sistema de ganadería ovina extensiva. Esta tecnología diagnóstica debe ser utilizable tanto por técnicos, profesionales y pequeños productores y, sobre todo, inocua para los ovinos, los operadores y el medio ambiente.
La Superintendencia de Educación (SIE) presenta el cuarto desafío del lanzamiento, convocando a desarrollar mecanismos de retroalimentación para el buen uso de los recursos públicos en educación. La propuesta es diseñar inteligencia de datos para abordar las rendiciones de gastos que realizan sostenedores de establecimientos educacionales, con el objetivo de retroalimentar de forma oportuna y focalizada dichas entregas de información, alertando sobre mejoras potenciales en la estructura de costos y previniendo, de esta forma, el rechazo de los gastos rendidos, colaborando a una mejor gestión educativa. La solución debe ser interoperable con las plataformas existentes, contar con una interfaz que facilite su uso, entregar información de manera oportuna y ser escalable para responder a volúmenes crecientes de datos.
Otros casos
Ésta es la sexta versión de esta convocatoria. En ediciones anteriores, se presentaron desafíos que buscaban solución para acabar con las termitas subterráneas que estaban destruyendo las casas en la comuna de Nacimiento; una herramienta tecnológica interoperable para procesar y analizar imágenes satelitales, fotogramétricas e información geoespacial para cuantificar daños en casos de emergencias o desastres para el Servicio Aerofotogramétrico (SAF); una plataforma de monitoreo de información meteorológica y oceanográfica para apoyar la decisión de cerrar o restringir el acceso a los puertos, solicitado por la Academia Politécnica Naval; o un sistema de información de apoyo a la resolución de reclamos de licencias médicas en la Superintendencia de Seguridad Social.
A la fecha, 17 proyectos siguen avanzando en distintas etapas y otros cuatro ya están concluidos.