• El Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) emitió una alerta de seguridad, luego que Walmart Chile S.A informó que los alargadores tipo zapatilla de marca Hyper Tough no cuentan con la certificación vigente de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC).

En concreto, el cable de los modelos MOD125, MOD127 y MOD133 no cumple con la resistencia óhmica que exige el protocolo.

Riesgos de un alargador no certificado

Miguel Torres, ingeniero eléctrico y académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de los Andes (UANDES), explica que los alargadores, “si bien son bastante útiles, todos los utilizamos en la casa o en cualquier lugar, hacen algo que realmente no es correcto, por decirlo de alguna manera. ¿Por qué? Porque finalmente tú de un enchufe lo que sacas son múltiples enchufes. Es decir, estás aumentando artificialmente la capacidad de conectar elementos en un sistema eléctrico”.

“Entonces, el problema que se produce es que, si el alargador no está debidamente protegido y certificado, tú por conectar muchos dispositivos puedes comprometer el sistema eléctrico, en este caso de una casa”, agrega.

De este modo, según el especialista, lo que puede ocurrir es que la zapatilla se sobrecargue y queme, se produzca un problema eléctrico en el hogar o genere un incendio.

Un alargador bien utilizado

Torres explica que un alargador tipo zapatilla certificado permite que el usuario tenga la certeza de poder aumentar la capacidad de conectar distintos dispositivos y, frente a una falla, este va a interrumpir automáticamente el suministro eléctrico. De esta manera, no compromete la instalación eléctrica del hogar.

Los alargadores más completos que son certificados por lo general tienen un sistema de protección propio. Generalmente, es un interruptor con una lucecita. Es decir, frente a algún problema eléctrico en el alargador, este se va a apagar automáticamente o se va a quemar algún fusible propio del alargador, y eso finalmente corta el problema si es que hay algún inconveniente a nivel del alargador”, añade.

Junto a ello, el experto comenta que para hacer buen uso de un alargador es importante que en el etiquetado esté bien indicado para el consumidor cuál es la potencia máxima que puede soportar el producto.

En ese sentido, Torres afirma que “si un alargador, por decir un número, es de 1.000 watts, automáticamente no puedo enchufar un hervidor de agua o secador de pelo, que son artefactos que normalmente consumen más de 1.500 o 1.800 watts”; ya que esto podría generar un problema eléctrico.

Por el contrario, un producto de las características ejemplificadas sí estaría apto para cargar cinco teléfonos celulares.

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Equipo Prensa
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