Según la visión de CPECH, las carreras del futuro están en áreas como Ciencia de Datos, Ciberseguridad, Energía y Sostenibilidad, Biotecnología y Bioingeniería, mientras que otras como Traducción, Turismo, Relaciones Públicas y Diseño Gráfico han perdido fuerza en empleabilidad.
Ante un mercado laboral en constante transformación, el Preuniversitario CPECH impulsa el programa +Orientados, una innovadora iniciativa que ayuda a los estudiantes a identificar sus intereses, conocer las carreras con mayor proyección y tomar decisiones vocacionales informadas antes de egresar del colegio.
El mundo laboral está cambiando a gran velocidad. La irrupción de nuevas tecnologías, el auge de la automatización y la creciente preocupación por el medioambiente están transformando no sólo los empleos del presente, sino también los del mañana. En este escenario, surge una pregunta clave para miles de estudiantes: ¿cómo elegir una carrera que no sólo les guste, sino que también tenga futuro?.
“Se habla de ‘carreras del futuro’ para referirse a aquellas profesiones que están creciendo rápidamente y que responden a los grandes cambios que estamos viviendo”, explica Carolina Rojas Parraguez, Directora Académica de Preuniversitario CPECH, institución con 39 años de experiencia en la preparación, desarrollo y fortalecimiento educativo de los futuros profesionales de nuestro país.
“Quienes quieran destacar en este nuevo escenario laboral necesitarán algo más que conocimientos técnicos. Se valorará mucho su capacidad de adaptarse, pensar de forma crítica, usar herramientas digitales y seguir aprendiendo durante toda la vida”, agrega la profesional.
De acuerdo con la visión del Preuniversitario CPECH, entre las carreras que lideran el ranking de profesiones con mayor proyección están: Ciencia de Datos, Ciberseguridad, Energía y Sostenibilidad, Biotecnología o Bioingeniería. Todas ellas están al centro de los cambios más profundos que vive el planeta: avances tecnológicos, desafíos medioambientales y nuevas formas de vida y trabajo.
A su vez, las denominadas “habilidades blandas” como la creatividad, la colaboración, la comunicación efectiva y la responsabilidad frente al entorno serán fundamentales para desenvolverse en escenarios donde lo humano y lo digital van cada vez más de la mano.
Orientarse a tiempo: la clave para decidir con sentido
Pero, ¿cómo pueden los jóvenes tomar decisiones vocacionales informadas si aún están en etapa escolar? Desde la experiencia del Preuniversitario CPECH, la respuesta está en entregar herramientas concretas que les permitan conocerse mejor, explorar opciones y proyectarse con sentido hacia su futuro.
“En esa línea, el programa +Orientados nace como una propuesta integral que combina autoconocimiento, información actualizada y acompañamiento personalizado”, cuenta Carolina Rojas. “Los estudiantes aplican test vocacionales reconocidos, participan en clases temáticas y cuentan con entrevistas individuales con tutores. Esto les permite identificar sus intereses y fortalezas, vincularlos con carreras con proyección y comprender mejor el panorama actual del mundo laboral”, enfatiza.
El programa no sólo aborda vocación, empleabilidad y procesos de postulación, sino que también pone foco en el financiamiento de la educación superior, con información clara sobre becas, gratuidad y créditos. Así, los estudiantes pueden tomar decisiones que se alineen tanto con sus intereses como con sus posibilidades reales.
¿Y qué carreras están perdiendo terreno?
Así como algunas profesiones emergen con fuerza, otras han comenzado a perder atractivo en el mercado. “Carreras como Traducción e Interpretación, Turismo y Hotelería, Relaciones Públicas, Diseño Gráfico y aquellas vinculadas al arte han visto disminuir sus niveles de empleabilidad y proyección”, advierte la experta. También hay casos de alta saturación, como Enfermería, Secretariado Ejecutivo o Ingeniería en Logística y Transporte, donde hay muchos titulados y no suficientes oportunidades laborales.
La automatización ha acelerado esta transformación, reemplazando funciones manuales o administrativas que antes eran realizadas por personas. Por eso, la profesional hace hincapié que, “no se trata sólo de elegir algo que les guste, sino también de conocer cómo está cambiando el mundo del trabajo, qué habilidades se valoran hoy, cuáles son las proyecciones laborales y qué alternativas reales existen para estudiar y financiar su educación”.
En ese escenario, programas como +Orientados marcan la diferencia: no sólo entregan herramientas prácticas y personalizadas, sino que también devuelven a los jóvenes la confianza para decidir con propósito y adaptarse a un mundo que evoluciona a toda velocidad.
Para más información: www.cpech.cl