El cine chileno alcanzó un hito con la permanencia de la película “Denominación de Origen” en cartelera por más de 12 semanas, un logro poco habitual en la industria local. La cinta de Tomás Alzamora logró una conexión sostenida con el público gracias a su estrategia de distribución y marketing, consolidándose como un referente para futuras producciones.
Para María Teresa Silva, académica de la Carrera de Comunicación Audiovisual de Universidad de Las Américas, este fenómeno refleja una oportunidad para el cine nacional: “Es un logro enorme y poco común en Chile. Que la película se mantuviera tanto tiempo en cartelera evidencia una clara conexión con el público y demuestra que sí existe un interés por el cine local”.
La especialista subraya que este éxito puede abrir nuevas puertas para cineastas emergentes. “Si una producción chilena logra atraer público, incentiva a inversionistas, cines y plataformas a arriesgarse con más producciones nacionales. Esto genera un efecto dominó: fortalece la industria, motiva a nuevos realizadores y crea redes internacionales”, asegura.
En cuanto a los aprendizajes que deja el proceso, Silva destaca la cercanía del director con las audiencias y las estrategias de marketing innovadoras: “El trabajo en redes sociales, el boca a boca y el uso de merchandising como poleras o chapitas, fidelizaron al público. Estos elementos son claves para otras producciones”.
Finalmente, la académica enfatiza el valor de este momento para la formación de futuros profesionales: “Que nuestros estudiantes vean que una película chilena logra ese impacto, valida que no es imposible construir carrera desde Chile. Esto los inspira a generar nuevas historias locales y a descentralizar la producción, incorporando miradas de distintas regiones del país”.