⦁ Cada 17 de mayo se busca impulsar este hábito que es pilar central de la economía circular y del desarrollo sostenible.
El reciclaje y la reutilización de materiales son elementos centrales del desarrollo sostenible, pues tienen un impacto directo en el cuidado de los recursos naturales, las oportunidades sociales y el progreso económico. Aún cuando existe consenso al respecto, lo cierto es que es un tema que todavía no se consolida de la manera adecuada. Así lo reflejó un reciente estudio de Cadem, que arrojó que un 44% de los chilenos considera que es un problema grave en el que se ha avanzado muy poco. La cifra se vuelve más preocupante, si toma en cuenta que más del 50% evalúa negativamente la gestión de residuos como papeles, cartones, vidrios, latas de aluminio y plásticos de su comuna y el 80% desconoce los alcances de la ley de Fomento al Reciclaje y Responsabilidad Extendida del Productor y Fomento al Reciclaje (Ley REP).
Generar a mayor conciencia al respecto y fomentar un verdadero cambio cultural es lo que busca el Día del Reciclaje, que se conmemora cada año el 17 de mayo. Un tema fundamental en el cual persisten importantes desafíos a nivel local. “Los chilenos en promedio producimos un poco más de un kilo diario de basura por persona y de eso actualmente sólo se recicla alrededor del 12,5%. Esto debería cambiar, puesto que la Ley REP, en cuanto a los envases y embalajes, entra en vigencia en septiembre de este año y ese porcentaje deberá subir a 60% para el año 2034”, asegura Elisa Arriagada Rosenblum, Directora de Ingeniería Civil en Medio Ambiente y Sustentabilidad en Universidad Bernardo O’Higgins (UBO).
Si bien la gran mayoría de los materiales se pueden reciclar, la cara más visible del problema es el plástico, pues las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a su producción, uso y eliminación representarán al 2050 el 15% del total permitido, según el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5°C. “El gran problema es que reciclar no es negocio. No existen incentivos reales para que las personas y las empresas avancen en este camino y prefieran usar reciclado que plástico virgen. Las normativas no son suficientes, debe establecerse un sistema donde gestionar adecuadamente los residuos sea rentable”, asegura Gabriel Fonzo, CEO de Integrity, empresa chilena que sólo en 2022 recicló más de 4 mil toneladas de plástico PET proveniente de botellas de bebida, agua y jugos para transformarlas en materia prima que da vida a nuevos envases que también se incorporan en el círculo del reciclaje.
En esa línea, la OCDE ha sido enfática en plantear que es urgente crear un mercado de plásticos reciclados que funcione de manera óptima, fijar objetivos de contenido reciclado e invertir en tecnologías que puedan hacer ese producto más competitivo y rentable. “Hoy estamos importando plástico PET reciclado para poder convertirlo en nuevos envases. Es decir, de igual forma estamos generando una huella negativa para el planeta cuando intentamos buscar una solución. Eso debe cambiar y con la acción de las personas en sus casas no es suficiente”, puntualizó Fonzo.
En cuanto a las perspectivas futuras, en la visión de Arriagada lo primero es entender que la mejor acción frente los residuos es su no generación y, en esa línea, es fundamental hacer cambios en los diseños de envases, en la materialidad de estos y/o en su producción. “Hoy, la mayoría de los plásticos que se utilizan son vírgenes o primarios fabricados a partir de petróleo o gas. Si bien son destacables las diversas iniciativas para concientizar a la población en torno al fin de las bolsas plásticas o los plásticos de un solo uso, lamentablemente estas no suman a los porcentajes de reciclaje, por lo tanto tenemos un gran reto por delante”.
Equipo Prensa
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